La narrativa política: el arma descuidada de la oposición
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En la frenética danza de la política dominicana, la narrativa es el motor que impulsa las transformaciones, las alianzas y los giros inesperados en el escenario electoral. Es el hilo conductor que conecta a los líderes con el pueblo, que transforma las ideas en acción y que define el rumbo de una nación. Sin embargo, en la víspera de las elecciones del 19 de mayo, la oposición se encuentra en un lamentable estado de desamparo narrativo, incapaz de articular un mensaje convincente que resuene con la ciudadanía y provoque una mutación electoral.
Remontémonos al pasado, al acto de conformación del Frente Patriótico, un momento que quedó grabado en la memoria colectiva como un hito en la historia política de la República Dominicana. Allí, en el Palacio de los Deportes, figuras que parecían irreconciliables, conservadores y liberales, creyentes y ateos, se unieron en un acuerdo político que sacudió los cimientos del país. La alianza entre Joaquín Balaguer y Bosch, dos archirrivales, marcó un antes y un después en la política nacional, demostrando el poder transformador de una narrativa política sólida y convincente.
Pero el tiempo ha pasado, y la oposición parece haber olvidado la lección de aquellos días. En la actualidad, nos enfrentamos a un escenario desolador: una canasta familiar cada vez más inalcanzable, costos exorbitantes de energía eléctrica, una creciente ola de delincuencia y corrupción que parece haberse enraizado en todos los niveles del gobierno. Sin embargo, la oposición no logra articular una estrategia clara para abordar estos males que aquejan a la sociedad.
La falta de una narrativa política impactante se hace evidente cuando observamos el ascenso y caída de líderes como Leonel Fernández y Hipólito Mejía. Fernández, reconocido como el padre de la transformación de la Administración Pública, logró triunfar en las urnas gracias a una campaña electoral magistralmente orquestada, que supo conectar con las preocupaciones y aspiraciones del pueblo. En contraste, Mejía, a pesar de sus dos primeros años prometedores en el poder, terminó perdiendo el apoyo popular debido a su falta de habilidad para abordar los problemas coyunturales que afectaban a la sociedad.
Es hora de que la oposición despierte y reconozca la importancia crucial de una narrativa política poderosa y convincente. La falta de estrategia frente a los desafíos actuales solo puede conducir a una derrota segura en las próximas elecciones. Es necesario que los líderes opositores se unan en torno a un mensaje claro y coherente, que resuene con la ciudadanía y ofrezca soluciones tangibles a los problemas que enfrenta el país.
Como señala Guido Gómez Mazara, el escenario de una segunda vuelta electoral es cada vez más probable, y la oposición no puede permitirse el lujo de desperdiciar esta oportunidad histórica. Es hora de dejar de lado las divisiones internas y trabajar juntos para construir una narrativa política que inspire, seduzca y movilice a la ciudadanía hacia un cambio real y duradero. En palabras del sabio profesor Francisco Méndez Santos, «ni tú mismo te lo crees» si piensas que la oposición puede lograr el éxito sin una narrativa política impactante. Es hora de actuar, antes de que sea demasiado tarde.