¿Por qué casi a la llegada del 2024 los políticos persisten en las caravanas?
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La Navidad debe ser una temporada para descansar de la campaña política, que en República Dominicana es todo el año, provocando en los ciudadanos una saturación y hasta un efecto contrario a la admiración o adhesión partidaria.
El domingo pasado, temprano en la tarde, necesitaba llegar a un encuentro entre amigos, el trayecto era por la avenida Independencia, y el estimado de 20 minutos que la aplicación del tránsito proyectó, se convirtió en casi una hora porque había una caravana de un partido político. Tenía colocadas estaciones con gran concentración de personas en diferentes tramos de la vía.
Ellos, supuestamente, estaban apostados de manera contraria a mi trayectoria, pero el comportamiento del dominicano hizo que la obstrucción impactara ambos lados de la calle.
A cada espacio le seguía otra estación con más personas, acompañados de las denominadas discoligth (vehículos que tienen altoparlantes con música estruendosa), para generar una contaminación sónica que les contara a todos los sectores aledaños que los líderes de estos iban a pasar por el escenario.
Pensaba que ya había pasado de moda el bandereo, las personas mayores haciendo movimientos que llaman la atención, y la voceadera típica de esos ambientes. Creía que los cara a cara o mano a mano eran el instrumento primordial, además de la estrategia de gestión mediática, entre otros recursos mas. Pues no, las calles estaban tomadas, lentamente se desplazaban con los vehículos con gente en la parte superior de las jeepetas.
Estaba oscureciendo y me preguntaba cuán efectivo es en estos tiempos, es este tipo de actividad, que conlleva una inversión en camisetas brandeadas, banderas, transporte y pago de «la logística» para que la gente acuda, porque ya es sabido que la admiración ni las ideologías los mueven de sus casas a aplaudir a ningún candidato.
Este hecho afectó a todas las vías que cercanas a la avenida Independencia, supuso que los conductores buscaran salidas alternas, que culminaban lamentablemente en un punto de bandereo de ese partido. Los entaponamientos, retrasos y el estrés generado a quienes debía improvisar, una y otra vez, abandonar la arteria de circulación, lejos de sumarle posibles votos, les indisponía con ese partido, y por ende, los candidatos que ejercen bajo su sombrilla.
Me preguntaba ¿por qué casi a la llegada del año 2024 en República Dominicana los políticos persisten en utilizar instrumentos de campañas inefectivos?