
Música contra el olvido de las composiciones de Félix Peguero
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La música dominicana tiene muchas deudas pendientes con sus creadores. La lista está tan llena de nombres que ningún estamento público o iniciativa privada, sola, como la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) y Premios Soberano junto a la Cervecería Nacional Dominicana, podrían pagar.
Pero si cada quien hace lo que le toca, la carga y la culpa serán menos y podremos ir cumpliendo con el deber de honrar al talento local, llegue o no a ser de interés nacional.
Por ejemplo, a las alcaldías de cada municipio o distrito municipal les cabe el deber de empezar a reconocer y poner en valor a sus artistas, pintores, músicos, escritores, compositores, poetas, a los folclóricos, a los escultores y a los portadores de tradiciones. Nada como ser reconocido en el espacio donde naciste, creciste o desarrollaste tu talento.
Esta inquietud es vieja. Muy vieja. Pienso en los paleros o atabaleros de Monte Plata y con ellos en los soneros de Haina y Villa Mella. En los y las cantantes de salves, los que tocan panderos, los que bailan mangulina y se convierten en parte del atractivo turístico y local de sus comunidades.
Todo esto me llega a partir de mi reciente visita a Cenoví, cuando mi amigo Sergio Romero y su esposa Clara Peralta me llevaron a conocer al compositor Félix Peguero.
¿Quién no es Félix Peguero? No es el humorista del mismo nombre, mejor conocido como Cambumbito (QEPD) y tampoco es el gerente deportivo del mismo nombre que ha regenteado a los Astros de San Francisco. Ambos expuestos a los medios.
En tanto que Félix Peguero, el compositor vive olvidado en el patio de su casa mientras algunas de sus canciones, son cantadas y tocadas con extensa frecuencia alrededor del ombligo del Caribe y las fronteras de un dominicano que se lleva la música en el alma y la pone a sonar en el mapamundi.
Debo reconocer que fue importante para mí saber que Félix Peguero es compositor de Por ti, la canción interpretada por Eladio Romero Santos, y que está cerca de la casa de sus padres. Inmediatamente le dije a Sergio, quiero conocerle. Y, partimos hasta su casa. Ni siquiera llamamos. Llegamos como santos aparecidos.
Aunque Eladio Romero Santos pertenece y está encasillado en el renglón de la bachata, realmente su producción su mayores éxitos y arraigo está relacionado con el merengue de guitarra, al cual aportó una intensidad melódica que retrata la forma en que el dominicano se relaciona con la música: el sabor de la alegría de un cuerpo que baila con la intensidad de su pena a cuestas.
Sin embargo, Por ti, es una bachata de amargue con todas las de la ley. Retrato del enamorado que sufre al sentir un amor que parece imposible. Con un arreglo que, sin evadir los acordes heredados del bolero en las primeras grabaciones, ya tiene una marcada presencia de los acordes de la guitarra que le darían personalidad definitiva al género.

Es loable el hecho de que Eladio consintiera grabar canciones de los amigos de su vecindario y, al final, su benevolencia dejó frutos, pues esta primera letra de Félix Peguero se convirtió en un clásico del género que todavía hace vibrar los corazones y los pies del público.
Por ti
Por ti
yo pierdo la vida
por ti
yo vivo sufriendo
porque siempre estoy sintiendo
lo que por nadie he sentido
yo quiero que tú me digas
que vas hacer conmigo
me vas a dejar morir
o me vas a dar tu cariño
Yo no encuentro el camino
cuando salgo de tu casa
si tú eres la muchacha
que a mí me tiene perdido
Si quieres que sea tu amigo
yo quiero que me lo digas
que si estás decidida
por ti decidido estoy
a comprometer mi vida
y a morirme por tu amor
Por tu amor pierdo la vida
la gloria si hay que perderla
comprometo mi vida
solo por tenerla a ella
Unas letras sencillas, con un mensaje directo y acorde con las costumbres sociales de su época, pero entre la voz melódica y cálida de tenor de Eladio más la música la convierten en una bomba de tiempo emocional.
El encuentro
Alexis Méndez, melómano e investigador musical, Claris y el propio Sergio se amedrentaron cuando lo alcanzamos a ver en una silla de ruedas con oxigenador y mascarilla. Parecía que dormía o que estaba muy mal de salud.
Me dijeron, «vámonos» y saqué el valor que me faltó en otras circunstancias similares –que luego contaré– y les dije: «Espérenme aquí, yo voy». Traspasé una mata de mango parida de amarillo y varias personas que conversaban en círculo orgánico que suele darse automáticamente en los campos, donde aún la gente se mira a la cara y prefiere la palabra del que está al silencio del que escribe detrás de una pantalla.
Fui hasta él y lo saludé, le pregunté sobre su estado y cómo es propio de estos espacios caribeños, me dio más de lo pedido. Me comentó que tiene dificultades para respirar y que tiene días en que apenas puede tragar.
Lo primero que hice fue pedirle permiso para continuar la conversación: Me dijo que sí y se bajó la mascarilla y el oxígeno a la barbilla.
Me dijeron que usted es un buen compositor y que Eladio le grabó algunas sus creaciones ¿es así?
Sí. Eladio grabó 8 discos (canciones) conmigo.
¿Cómo se conocieron?
Siempre vivimos aquí…
¿Y él sabía que usted era compositor?
Con él fue que yo comencé.
Lo veía tocando y usted decidió escribir.
Yo le escribía y él grababa.
¿Qué le inspiraba a escribir?
Yo en ese tiempo bebía muchísimo romo, andaba mucho, me enamoraba. Siempre había inspiración de algo.
¿Y quién ponía la melodía a las canciones?
El mismo Eladio.
Usted se sentaba con él debajo de la mata a escribir.
Donde quiera, donde quiera que estuviera escribía yo una canción. Los títulos de las ocho canciones que escribí para Eladio fueron: Por ti, Quiere a quien te quiere, Amarte no es delito, El día que te mire, Lo que me hace falta es tu amor, Tú tienes la culpa, Pa’ que sienta lo que siento, Amor si tú me quisieras. Las canciones están firmadas con José Luis Récords, de cuya editora a veces me llega algún chequecito de allá y otras viene el propio disquero a verme y traerlo. A cada rato miro mis pesos, cada dos o tres meses, o dos meses y así.
¿Pero usted escribió más canciones que las de Eladio o sólo usted cobra por las de Eladio?
Yo estoy nada más cobrando por las de Eladio, pero después hice otras, como aquella canción que dice «no me humilles».
¿De sus canciones cuál es su favorita?
Por ti.
Esa pegó mucho.
Pero todavía suena como el primer día. Ahí tengo yo una bocina y tengo una memoria que las tienes todas las canciones mías ahí. A cada rato, prendo la bocina y la tiro para allá.
¿Le puedo hacer una foto?
Ah, si usted quiere.
Don Félix al saber que nuestra conversación iba a ser pública, me pidió que mirara algunas letras de canciones que tiene guardadas entre las maderas de la pared de su casa (rendijas). La buscamos entre Sergio y yo. Le hicimos foto a la creación y lo vimos levemente sonreír.
Por ti, canta bajito.
Yo sigo sufriendo. (yo cantando). Todavía hay que cantarlo dónde quiera que tocan Los Herederos de Eladio Romero Santos.
Ay si…
Caballero mire (le tomo la mano) un placer y gracias, muchas gracias por sus canciones y gracias por su atención. El llamado está hecho. Esperamos que las autoridades vayan en auxilio de don Félix Peguero. Ya él cumplió. Ahora cumplamos con él.