
«Mrs. America» y la lucha por la Enmienda de Igualdad de Derechos
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«Esta lucha no es sobre la igualdad. Es sobre el poder». La frase la pronuncia en uno de los episodios de la estupenda miniserie de FX Mrs. America, Phyllis Schlafly, activista conservadora, republicana, fundadora del movimiento Eagle Forum y líder del Stop ERA –la Enmienda de Igualdad de Derechos, por sus siglas en inglés–, una de las radicales opositoras a que se aprobaran los derechos de la mujer en todo Estados Unidos, con una labor social y editorial que la ubicó en el epicentro de lo que se considera la segunda ola del feminismo.
Schafly, madre de cinco hijos, es interpretada en la serie por la admirable Cate Blanchett, nominada por este trabajo a los premios Globos de Oro en el 2021 como Mejor actriz principal en una serie limitada, quien honra con sobrada credibilidad las batallas que libró la fogosa activista dentro y fuera del hogar, como escritora (publicó en 1964 A choice not an echo que tuvo un resonante éxito comercial) y como mujer de confianza durante la campaña presidencial de Ronald Reagan. Es en la vida real la contra de Gloria Steinem, el rostro más popular del feminismo en los 60, que cobra vida con la interpretación de la actriz Rose Byrne.
Mrs America da rienda sueltas al polémico personaje de Phyllis Schlafly –que murió en el 2016 a los 92 años–, deliberadamente el que tiene mayor protagonismo en la mayoría de sus nueve episodios. Y se reservan líneas potentes a lo largo de la producción: «Yo no estoy en contra de la mujer. No estoy en contra de que las mujeres trabajen fuera de la casa. Estoy en contra del movimiento de liberación femenina», dice con fervor frente a un grupo de seguidoras en una reunión.

Dotada con un verbo político que encantó a un influyente sector dentro del Partido Republicano, activista decidida que participó en marchas de protesta frente a la Casa Blanca para manifestar su oposición a la Enmienda de Igualdad de Derechos, en un período que tanto republicanos como demócratas exprimieron oportunamente –con el objetivo claro de ganar votos– tanto a las que estaban en contra como a favor de la causa, para luego transcurridas las elecciones dejarlas colgadas en el terreno del olvido.
A pesar de su poder de convencimiento, fracasó las dos veces que se postuló para el Congreso y luego para la Cámara de Representantes, pérdidas que la llevaron a abrazar la causa que le permitió trascender más allá de sus batallas electorales. No fue un camino sin obstáculos, desde Illinois, se levantó con gallardía para criticar y atacar el feminismo que tenía en Gloria Steinem, Betty Friedan, a la congresista Bella Abzug y a la primera congresista negra Shirley Chisholm a sus principales defensoras.
Gran parte de esos férreos enfrentamientos son recreados en esta entretenida miniserie en la que los hombres que dominaban el terreno político apenas salen en pantalla, con excepción de Fred Schlafly, abogado adinerado esposo de Phyllis, que tiene momentos estelares muy bien ilustrados con el trabajo de John Slattery. Todo lo demás se reconstruye con un tono de alta política, pero sobre todo con el rol apreciable de cada una de estas intelectuales, mentes si se quiere brillantes de un álgido período que tuvo en el 1972 un año de resolución contra la ratificación de la Equal Rights Amendement (ERA).

Apreciable la labor de la guionista Dahvi Waller, responsable de hilvanar con destreza cada una de las historias de estas mujeres, antifeministas unas, feministas las otras. ¿Quién se atrevería si quiera a imaginar a una activista oponerse a derechos que beneficiaban a las de su género? De eso va este movimiento político-social que se manifestó con intensidad como parte de su segunda ola en los Estados Unidos.
Momentos álgidos se aprecian en un evento de la National Women’s Political Caucus, organización que fundaron Steiner, Chisholm, Abzub y Friedan para promover la participación de las mujeres en la política, escenas muy bien recreadas por el equipo de dirección a cargo de la realización, por más señas dirigidos en su mayoría por cuatro mujeres y Ryan Fleck como único hombre en ese departamento.
Mrs. America hace un abordaje que se acerca con seriedad a los planteamientos históricos del movimiento de la enmienda constitucional a favor de la igualdad de sexos en los Estados Unidos. Un documento cinematográfico que se puede contrastar con la amplísima bibliografía que dejaron algunas de sus figuras principales –solo Phyllis Schlafly publicó 19 libros– y la perspectiva que infieren otros autores que analizan este período desde el otro lado de la acera. Una miniserie con apreciables registros cinematográficos, actuaciones de primer orden y una dirección depurada a lo largo de sus nueve capítulos de una hora.
Ficha técnica | Mrs. America. 2020 FX. 9 episodios. Creador: Dahvi Waller. Directores: Anna Boden, Ryan Fleck, Amma Asante, Laure de Clermont-Tonnerre y Janicza Bravo. Int.: Cate Blanchett, Rose Byrne, Elizabeth Banks, Uzo Aduba, Kayli Carter, Ari Graynor, Melanie Lynskey, Margo Martindale, John Slattery, Janne Tripplehorn. Género: Drama.