
Luis Abinader acciona para blindar alianzas
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Ganaremos se escuchó con la fuerza suficiente como para alertar al Presidente Luis Abinader y a su alfil en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), José Ignacio Paliza. No era para menos. El ideólogo de la Gran Alianza Nacional por la Renovación Económica y Social, José Frank Peña Guaba, anunció la puesta en marcha de un acto para presentar esta nueva plataforma que suponía la participación de diez partidos minoritarios en apoyo al expresidente de la República, Leonel Fernández.
Un grito de guerra que no dejó indiferente a Luis Abinader, consciente de la importancia de mantener en el corral a estas organizaciones que le aportaron un 3.81% en las elecciones, para superar la barrera del 50 más uno y ganar en la primera vuelta. En total, el PRM sacó por sí solo 48.70%, equivalente a 1,998,407 votos. En lo inmediato, el mandatario se movió con diligencia tras bastidores y consiguió frenar un endoso precipitado de algunos de esos partidos, los cuales le aportaron a su victoria 156,459 votos, según el boletín final de la Junta Central Electoral.
El acuerdo extraoficial que selló la alianza de esas organizaciones con el PRM permite que hasta la fecha casi todos –seis en total– sigan al lado del Presidente de la República. Esto significa que el liderazgo perremeísta, con envidiables posibilidades para cerrar nuevos convenios a pulso de decretos y nombramientos, esté concentrado en atraer a la dirigencia de partidos que en las elecciones pasadas concurrieron aliados al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) o al Reformista Social Cristiano (PRSC) que encabezó la coalición liderada por Leonel Fernández.
Papel y lápiz en mano, Abinader maneja personalmente la ofensiva oficial. Al primero que desmontó de la plataforma GANAREMOS fue a Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, presidente del Partido Cívico Renovador, aliado que se separa del PLD, al que en el 2020 aportó 24,626 votos (0.60%). Todavía se desconoce a dónde caerá el nombramiento de Ozuna, que históricamente cierra fila con el gobernante de turno en Palacio Nacional. Estuvo con Leonel, luego convino con Danilo y ahora estará con el PRM.
La ofensiva para engrosar las estructuras perredemístas no se detuvo en las puertas cívicas renovadoras. Los movimientos telúricos también se sintieron en el entorno del Partido de Acción Liberal, que comanda Maritza López, otra aliada del penúltimo inquilino del Palacio Nacional. Menos convincentes que la cuota aportada por Zorrilla Ozuna fueron los votos obtenidos por el PAL en las presidenciales: 9,379 votos para un 0.23%, contabilizados a Gonzalo Castillo, insuficientes para ganar la Presidencia.
A casi dos años de gestión –que se cumplen el 16 de agosto–, Luis Abinader hoy contabiliza los votos de los aliados minoritarios, como es el caso de los 26,617 sufragios que consiguió el Partido País Posible, presidido por Milton Morrison, que concurrió por primera vez las elecciones presidenciales de julio del 2020, actual gerente general de Edesur Dominicana. Otros que puede contabilizar son los 26,166 votos del Partido Revolucionario Social Demócrata (0.64%), de Luis Miguel de Camps, ministro de Trabajo.

Eduardo Estrella, presidente del Partido Dominicanos por el Cambio (DxC), con 31,511 votos alcanzados en el 2020 (0.77%) sigue firme escoltando a Luis Abinader, tanto como senador por Santiago como en la presidencia del Senado. Eléxido Paula Liranzo, líder del Partido Humanista Dominicano (PHD) está nombrado en la Dirección General de Desarrollo de la Comunidad. Los suyos representaron 29,231 sufragios, para un 0.71%. Menos definido está el panorama relacionado al Frente Amplio, con Fidel Santana como una de sus principales figuras que actualmente se desempeña como diplomático. Max Puig, de Alianza por la Democracia –15,664 votos para un 0.38%– es el actual vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, posición desde la cual tiene pocas posibilidades de acción para colocar a la dirigencia de su organización.
La acción estratégica de un Presidente para conservar intactas las alianzas están estrechamente vinculadas a las designaciones en el tren gubernamental. Lo mismo vale para atraer nuevos aliados: con una facilidad inusitada se rinden a los pies aquellos que ayer eran adversarios y que, consumado el nombramiento, pasan a ser socios incondicionales en la lucha por retener el poder. Lo primero es maniobrar para conservar el 3.81% que significó la coalición que llevó al PRM al Palacio Nacional, y tratar por todos los medios fichar otros jugadores que muy probablemente irían en detrimento de un PLD fuera de poder y con menos cartas a su favor.
Al margen de las organizaciones que apoyaron al PRM, al PLD y al PRSC quedaron Alianza País –39,458 votos–, Partido Demócrata Institucional –3,484 votos– y el Nacional Voluntad Ciudadana –con 3,250 votos–, que llevaron sus propias candidaturas presidenciales: Guillermo Moreno, Ismael Reyes y Juan Cohén Sander, respectivamente.
Entre el PLD y Fuerza del Pueblo, aún cuando todavía se desconocen oficialmente cuántos partidos se sumarán a la coalición Ganaremos, es muy probable que sea Leonel Fernández el que más se beneficie de un apoyo considerable, sobre todo porque en sus tres períodos como inquilino del Palacio Nacional fue quien más importantizó a estos «líderes de arrastre minoritario», que hoy tienen más importancia que nunca para inclinar la balanza hacia una victoria en primera vuelta.