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La reciente barrida del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en las elecciones del 18 de febrero ha levantado interrogantes sobre el futuro político de la República Dominicana. La contundente victoria del PRM sobre la Alianza Rescate RD ha puesto en tela de juicio no solo la fortaleza de la oposición, sino también la estrategia electoral de cara a las próximas elecciones en mayo.
La pregunta que surge es: ¿la actual barrida perremeísta no tiene méritos propios? La respuesta no es simple. Si bien es cierto que la oposición se encuentra dividida y fragmentada, viviendo de su propia memorabilia del pasado, también es evidente que el PRM ha sabido capitalizar esta situación a su favor.
La fortaleza de la antigua maquinaria electoral morada, heredera de los principios del histórico líder José Francisco Peña Gómez, radicaba en su unidad. Sin embargo, esta unidad se ha visto fracturada en los últimos años, dejando espacio para que el PRM consolidara su posición como la principal fuerza política del país.
El fenómeno no se limita a una cuestión de estrategia electoral, sino que también refleja un cambio en la percepción política de la ciudadanía. La figura de Peña Gómez, con su discurso confrontacional y su compromiso con la honestidad política, ha perdido relevancia frente a un electorado que demanda soluciones concretas a los problemas del país.
La Alianza Rescate RD, por su parte, ha sido víctima de una alianza de «cartón», incapaz de consolidar una boleta única en los municipios de mayor importancia electoral. Esto ha llevado a cuestionamientos sobre la viabilidad de los aspirantes a diputados y senadores por los partidos de oposición, quienes podrían replantearse sus estrategias de cara a las próximas elecciones.
Es evidente que el PRM ha logrado capitalizar el descontento y la fragmentación de la oposición, consolidándose como la fuerza dominante en la escena política dominicana. Sin embargo, el panorama futuro es incierto. ¿Qué pasará en mayo? Según algunos, como «Mama Deo», un humilde limpiabotas de San Carlos, la pela va… antes fue morada, ahora es blanca y azul.
