
La dama birmana del activismo democrático
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La historia que cuenta el director, guionista y productor francés, Luc Besson (1959), en The Lady (La dama) sintetiza el pesado y dramático sacrificio de Aung San Suu Kyi la activista birmana y Premio Nobel de la Paz que arrastró a su familia a un abismo existencial como consecuencia de la represión dispuesta en su contra por parte de la junta militar que gobernaba la nación del sudeste asiático desde 1988 hasta el 2011. En este drama político, el director de películas como El quinto elemento se ocupa de enfatizar la consagración de una mujer que no cedió en su interés por contribuir para que surgiera un gobierno democrático sobre la base del respeto de los derechos humanos en esa nación.
La película inicia con el trágico asesinato a manos de un comando de militares de Aung San, militar y político, padre de Suu Kyi, cometido el 19 de julio de 1947 mientras participaba en una reunión con miembros de su gabinete. El hecho contextualiza cómo impactó a la futura activista, años después cuando se encontraba residiendo en Londres junto a esposo y dos hijos, al regresar a su país para visitar a su madre enferma. Un período en el que constató la represión militar que reinaba en Birmania.
El férreo régimen militar dejó caer todo su peso para neutralizar la poderosa presencia en el país de una mujer que poco a poco fue ganando adeptos y simpatizantes dispuestos a luchar por una causa común: imponer la democracia mediante votaciones libres. El realizador francés –a quien la actriz Michelle Yeoh, intérprete de la activista en el filme, llevó el guión para conocer su opinión, ofreciéndose sorpresivamente a dirigirlo– suelta su hilo narrativo para hilvanar el dilema que definió la carrera política de Suu Kyi: quedarse para defender su causa, sacrificando su relación matrimonial con el profesor británico Michael Aris.
El dilema es aún más inquietante para ella cuando Michael es diagnosticado con un cáncer de próstata terminal, y consciente que si abandona el país no podrá regresar, pesa más el futuro de Birmania que el inquebrantable amor hacia su familia. Besson, que recrea el momento de manera equilibrada, en una entrevista para la época con el periódico El País de España reflexionó sobre este episodio: «Espero no tener que tomar nunca una decisión como la que tomó ella en su momento pero al mismo tiempo pienso que hay millones de personas, como nuestros abuelos, que abandonaron a sus familias para ir a la guerra, dondemuchos murieron por algo que consideraban justo».

The Lady es una película con un tratamiento serio, con la madurez cinematográfica alcanzada por su realizador, una producción que engrosa la filmografía internacional sobre personajes asiáticos con una relevancia histórica casi desconocida o poco difundida en Occidente. El tiempo que los militares mantuvieron en cautiverio domiciliario a la ganadora del Premio Nobel de la Paz, su incansable lucha política al frente de la Liga Nacional para la Democracia, mujer, imponía un criterio estético y narrativo alejado de cualquier sesgo propagandístico. «No podía permitirme frivolizar sobre un personaje así», reconoció el talentoso director.
En su arresto domiciliario recibió la noticia de la muerte de su marido ocurrida el día de su cumpleaños, y tampoco pudo viajar a recibir en 1991 el Premio Nobel. Luc Besson se toma dos horas y doce minutos para recrear la admirable historia de quien está considerada como el rostro más popular de Birmania. Y si el reconocido director francés logra saldar en justa medida su cuota con el cine social, comprometido con los pilares mundiales que abogan por una sociedad democrática apegada al respeto de los derechos humanos, la protagonista del legendario filme de Ang Lee, Crouching Tiger Hidden Dragon (2000), inmortaliza en la imagen a la adnegada dama birmana.
Luc Besson pone el punto sobre la importancia de sopesar el valor de asumir causas que obren en consecuencia de la humanidad. The Lady no es una película pesimista, aún con su fuerte carga de violencia y represión. Todo ello justicia la determinación y el rol de una mujer que apostó a la paz, y aunque nunca pudo asumir la presidencia del país por el que tanto luchó, sembró la semilla de la tolerancia y el respeto al derecho de los demás. Es así como el cine también contribuye para amplificar el potente mensaje de Aung San Suu Kyi, la dama de la democracia birmana.
Ficha técnica
The Lady. 2011. 2h y 12 mins. Dir.: Luc Besson. Guión: Rebecca Frayn. Int.: Michelle Yeoh, David Thewlis, Jonathan Raggett, Jonathan Woodhouse, Susan Wooldridge, Benedict Wong, Sahajak Boonthanakit, Prapimporn Kanjunda. Género: Drama biográfico.