La campaña cambia de piel; asoma un nuevo ciclo político
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El tradicional y multitudinario cierre de campaña, última gran actividad de los candidatos presidenciales en víspera de las elecciones y antesala de su entrada al búnker con los equipos estratégicos, es una actividad que pasó a ser cosa del pasado. El cambio en la cultura política de la ciudadanía, pero también el altísimo costo económico que implica movilizar miles de personas –dinero que puede servir para dinamizar el votante en el Día D–, provocaron que los candidatos se concentraran en otras tareas más efectivas y económicas para seducir al elector.
El impactante acto que sirvió de plataforma para sacar músculos 48 horas antes de ir a las urnas a Joaquín Balaguer, José Francisco Peña Gómez y a Juan Bosch, desaparece como también sucedió con la práctica de alquilar avionetas que desde las alturas soltaban volantes propagandísticos de los candidatos que contaban con recursos para esos lujos publicitarios.
Las peinadoras –nombre en alusión a las camionetas atiborradas de bocinas potentes que popularizó Jacinto Peynado en sus años dorados en el Partido Reformista Social Cristiano– forman parte de esas prácticas que resultarían sumamente arriesgadas para cualquier político frente a una sociedad más exigente, y por supuesto, hasta más educada cultural y socialmente.
Cambios sustanciales se registraron en la campaña del 2020, aunque el nuevo rumbo que tomaron los candidatos en ese entonces estuvo relacionado con la pandemia del Covid-19, que impuso un giro brusco en la agenda política, matizada por las medidas preventivas decretadas por el Gobierno para salvaguardar la salud de la ciudadanía. Se impuso el operativo de fumigación, la colocación de publicidad por las redes sociales, el contacto virtual a través del teléfono y la entrega casa-a-casa de raciones alimenticias que usualmente eran repartidas en actividades multitudinarias.
Un nuevo actor: Luis Abinader
El candidato del Cambio, Luis Abinader, arropado con la plataforma ascendente que fue el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en su segundo proceso electoral consecutivo desde que se conformó previo a las elecciones del 2016, conformó un equipo en el que brillaron con luz propia una nueva clase política.
Ya electo presidente, previo a su entrada a Palacio, Abinader anunció por Twitter (hoy X), la elección de su gabinete, como parte de un ejercicio inaugural en materia de comunicación en este nivel. El líder del PRM inspiró a toda una legión de militantes en su partido, a una clase política que va remando con determinación en aguas de un río turbulento en su ruta hacia el 2028, cuando se vislumbra que saque la cabeza un nuevo liderazgo prácticamente en todas las formaciones mayoritarias.
El líder del PRM tiene sus créditos como protagonista en los cambios que ha experimentado el ejercicio de la campaña en los últimos dos procesos. Una de las estrategias más efectivas y de mayor incidencia se anunció en agosto del 2023: LA Semanal con la prensa, «un espacio de diálogo directo con Luis Abinader» que se implementó en el Palacio Nacional como plataforma comunicacional en la que se aborda un tema principal de la administración pública y que, inevitablemente, en algunas entregas se coló el tema político, en desacuerdo con el interés particular de sus promotores.
LA Semanal fue ganando el rechazo de la oposición que la calificaron como una actividad claramente política. El presidente Abinader no cedió a esos ataques y, por el contrario, posibilitó que la misma iniciativa se presentara desde Nueva York, en uno de sus viajes al exterior, pero también encabezó la actividad en el interior del país.
Una nueva modalidad de comunicación que coincidió con la agenda política del mandatario, y la de sus adversarios. Un contacto directo con la prensa masiva del país. La contraofensiva no se hizo esperar, y llegó con cierto retraso de la mano del más aventajado en materia de comunicación entre el mandatario y Abel Martínez, candidato del Partido de la Liberación Dominicana.
La Voz del Pueblo, apuesta en la era del podcast
El podcast es un recurso que todavía no logra la audiencia masiva que sí conecta con otras plataformas streaming o las efectivas redes sociales. Apelando a sus dotes de un comunicador por excelencia, catedrático e intelectual consumado, Leonel Fernández se convirtió en febrero en el primer candidato presidencial que incursionaba en este canal para atraer a la audiencia joven.
«El rugido del león» transmitió su primer episodio el 7 de febrero, anunciado como «el primer podcast» de candidato alguno, y más que un programa «es un puente hacia un mañana mejor, donde exploramos los desafeios actuales, la transformación necesaria y la visión compartida de una nación más próspera», explicó el expresidente en un video previo al estreno de su espacio digital.
Describió su incursión en esta plataforma como un «emocionante viaje, desde la reflexión hacia una visión de futuro, que no solo mejore, sino que transforme positivamente la vida de cada uno de ustedes».
El podcast de Leonel Fernández, líder de la Fuerza del Pueblo que vuelve a las urnas ahora con más posibilidades de incrementar la votación en el nivel presidencial en comparación con el proceso del 2020, entró en una fase de inactividad para dar paso a La Voz del Pueblo, una clara respuesta a LA Semanal del presidente Luis Abinader.
«Es momento de escuchar la voz del pueblo. Permanece atento y acompáñanos en este gran momento», comentó el presidente de la FP cuando anunció el inicio de esta iniciativa que tuvo su primera entrega en el hotel Embassy Suites by Hilton el 15 de abril a partir de las 11:00 de la mañana.
La Voz del Pueblo agregó ingredientes que enriquecieron el discurso de Fernández: la participación de la gente, que en cada entrega se le permite el uso del micrófono para que manifieste su opinión sobre la situación económica que prevalece en el país.
Respaldado por gráficos presentados en pantalla gigante, atendiendo preguntas de la prensa invitada a la actividad, le permiten a Leonel Fernández amplificar su mensaje contra la narrativa del presidente Luis Abinader, a quien dirige sus ataques en esta campaña.
El candidato de la Fuerza del Pueblo también se movilizó a Santiago para una edición de La Voz del Pueblo, y poder interactuar con la prensa especializada de la provincia.
Es poco probable que concluido el proceso electoral de este 2024 sobrevivan ambas iniciativas: ni LA Semanal con la prensa ni La Voz del Pueblo tendrían la justificación que generó su puesta en escena.
El debate presidencial
El debate no fue un recurso de interés para los candidatos presidenciales, mucho menos para el inquilino de Palacio que buscaba reelegirse. Juan Bosch encarnó el líder político que en diciembre de 1962 aceptó, como candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano, enfrentarse (o debatir) con Láutico García, sacerdote jesuita, filósofo e historiador.
República Dominicana inició en este 2024 lo que podría ser en el futuro una cultura del debate presidencial. Luis Abinader también se lleva los créditos en este campo, esta nueva modalidad política arraiga en otras naciones desde hace mucho tiempo. Y al presidente Abinader porque aceptó a la primera participar en la iniciativa organizada por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios. Para su presidente, José Nelton González, que el mandatario, Leonel Fernández y Abel Martínez aceptaran el reto se atribuye a una nueva cultura en el país.
«Ignorar que los debates sean parte de ese tipo de ejercicio, no creo que sea algo que permanezca, evolucionará, habrá muchos otros escenarios y actores, habrá un proceso de construcción y de consolidación, pero ignorarlo, de que ya no hay un debate, creo que el costo político de no hacerlo ya es diferente a años anteriores», manifestó González en referencia al éxito de esta primera edición del debate presidencial.
Una fotografía que quedará para la historia recoge el momento en que, al final del debate, Leonel Fernández, Luis Abinader y Abel Martínez se dan un cálido saludo, con sus rostros relajados y una reacción individual que reflejó su satisfacción de haber aceptado la invitación de ANJE.
Aunque todavía prevalecen prácticas que inciden de manera negativa en los procesos electorales –el Día D se produce la muerte súbita de aquellos candidatos, sobre todo municipales, diputados y senadores, que carecen de recursos para «mover el votante»– se empiezan a percibir cambios positivos en la forma y el fondo de la campaña. República Dominicana aún tiene tareas pendientes, pero se avanza, en la antesala del surgimiento de una nueva clase política.