El libro
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Como sociedad, ¿qué importancia le damos al libro, a la lectura?, ¿inculcamos los adultos, tutores o familia el hábito de la lectura en los pequeños desde que aprenden el abecedario?, ¿sólo tenemos una librería en medio de nuestra caótica ciudad?, ¿por qué no se promociona mucha más comprar un libro, enseñar literatura desde los ministerios de Cultura y Educación?, ¿por qué si la celebración del libro en todo el mundo es Abril, últimamente en el país la celebramos en Noviembre? ¿Por qué nos cuesta tanto motivar a niños, jóvenes y adultos la importancia que tiene leer así como sí se motiva el ejercicio físico?
Son tantas preguntas y me falta espacio. Con impotencia he observado a lo largo de tantos años el despilfarro de millones de pesos en cada gobierno y ninguno se ha preocupado ya no solo por elevar la calidad de la enseñanza pública, menos se han preocupado por incentivar a través de campañas de concientización, la lectura en todas sus manifestaciones: cuentos, relatos, poesías, ensayos y más…. Continuamos como país ocupando el último lugar en PISA y cínicamente esos artífices de esta debacle se preguntan por qué…
Es común en los meses de abril y mayo las celebraciones de distintas ferias del libro y cultura alrededor del mundo: Guadalajara, Buenos Aires, España, y también se lleva a cabo “Centro América cuenta”, que es el festival literario más importante de nuestra región y este año se llevará a cabo en Panamá, organizado y propiciado por el escritor nicaragüense y Premio Cervantes Sergio Ramírez. Eventos que son alicientes de cultura, relatos e historia dentro de tanta vorágine. Para este evento en Panamá, la República Dominicana estará representada por la intelectual Minerva del Risco. El libro en dichas actividades es el protagonista indiscutible.
Bien lo narró el periodista Eduardo Bravo, en un escrito reciente en el diario El Periódico sobre la celebración del libro en todas sus manifestaciones: “cada primavera, ese invento milenario que es el libro sigue revalidándose como un canal de conocimiento, un medio de diversión y un obsequio a través del cual se expresan sentimientos de aprecio hacia los demás. De la cortesía a la amistad, paseando por el amor en sus diferentes etapas, sean estas iniciarlo, cultivarlo o salvarlo, recurriendo a autores que, como Cyranos, sepan expresar mejor que uno mismo lo que le está sucediendo”.
En España se celebra el “Día del Libro”, específicamente en Cataluña, a través de la fiesta de Sant Jordi (San Jorge) cada 23 de abril. Es un país que incentiva la lectura a pesar de que cada vez menos jóvenes leen, se publican más de 85.000 títulos cada año. Una cifra que origina que, cada día, puedan llegar a las librerías entre 80 y 90 novedades. Y por supuesto, la cantidad de editoriales dispuestas en imprimir contenidos interesantes e importantes para los ciudadanos.
Es importante también señalar que un poco antes de la pandemia y obviamente con la salida de dispositivos electrónicos que te permiten leer sin cargar pesado en las carteras y bolsas poniendo en realce el factor de la practicidad, y el uso de internet para comprar, más la escasa ventas, algunas librerías cerraron sus puertas. Y otras en medio de todo ese marasmo económico y social abrieron sus puertas en distintas zonas del país. Con Sant Jordi sucede también una paradoja a las que se enfrentan las librerías independientes cada año. La gran fiesta de los libros es, al mismo tiempo, ese momento en el que los libreros tienen menos posibilidades ejercer como tales.
En ese sentido, debemos exigir a las autoridades de Educación y Cultura más trabajo y ahínco en fomentar campañas de lectura, creación de más bibliotecas (solo tenemos 1) , espacios de lectura e intercambio de libros y propiciar la creación en literaria para que llegue a cada rincón del país. El día del libro debe tener un lugar preponderante desde la infancia.
¡Más libros y menos pantallas!