El gran reto de la Alianza Rescate RD es que haya segunda vuelta: ¿podrá lograrlo?
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Al analizar de forma rápida los resultados de las elecciones municipales realizadas el pasado domingo 18 de febrero y ver la magnitud del éxito del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en cuanto a las posiciones alcanzadas, la conclusión inicial es que podría suceder lo mismo en las elecciones nacionales y congresuales de mayo próximo y el presidente Abinader podría ganar en una primera vuelta. Pero si se analizan con detenimiento los resultados finales y el nivel de votación de cada partido, la conclusión puede tener una visión muy diferente.
Es innegable que el PRM logró más del 80% de las principales alcaldías del país y que de manera particular logró casi dos millones de votos, lo que junto con los votos de sus aliados representa alrededor de más de un 53% de la votación general. Empero, también es cierto que fue muy burdo el uso de recursos de forma indiscriminada por parte del PRM y el gobierno, la compra de cédulas de forma masiva y la utilización de los recintos electorales en campaña abierta de los candidatos del PRM el mismo día de las elecciones. Pero, independientemente de todo eso, lo real es que el partido de gobierno logró ganar las elecciones municipales y su estrategia ahora es proyectar en la población que eso mismo acontecerá en las elecciones nacionales de mayo.
Los partidos de oposición que forman el bloque Alianza Rescate RD, PLD, Fuerza del Pueblo, el PRD y sus aliados, de manera conjunta alcanzaron alrededor de un millón 600 mil votos, para un porcentaje de un 42%, lo que viéndolo fríamente es una gran votación, sobretodo si se toma en consideración la despiadada andanada de recursos usados por el oficialismo el día de las elecciones y la compra indiscriminada de alcaldes y líderes opositores en los meses previos a las elecciones. El gran reto que tienen los partidos de oposición es impedir que se venda esa idea de que la derrota sufrida en febrero se proyectará de la misma manera en mayo, tal y como pretende el oficialismo.
Algunos analistas, entre los que me incluyo, entendíamos que lo más conveniente para cerrarle el paso a la reelección, después de esos adversos resultados de febrero, era un acuerdo global para las de mayo, que incluyera las 32 provincias del país, con un solo candidato a senador en cada provincia y un solo candidato presidencial de todas las fuerzas para la primera vuelta. Pero, los estrategas de los partidos opositores entendieron que lo mejor y más efectivo era que los tres grandes partidos de la alianza, el PLD, la FP y el PRD, fueran solos, cada uno buscara sus votos y llevara su propio candidato presidencial, ya que asumen que esa es la garantía de que habrá una segunda vuelta. Y eso tiene lógica. Pero también muchos retos para ser realidad.
Lo que sí es claro que esa estrategia se corresponde con el hecho de que ya el pacto para la segunda vuelta está firmado en el sentido de que, si el presidente Abinader no se va en primera vuelta, todos los partidos opositores apoyarán al candidato que clasifique para la segunda vuelta.
De acuerdo a los líderes del PLD y la FP, la lucha por cada uno de ellos quedar en segundo lugar, llevará a que cada organización desarrolle al máximo su potencial en la campaña y eso se revierta en una alta votación para ambos, lo cual podría llevar a que sea muy improbable que Luis pueda alcanzar una votación de más de un 50% y por tanto, se produciría una segunda vuelta de votación el 30 de junio.
Esa estrategia parece correcta, pero, como dijimos anteriormente, tiene muchas bemoles y muchos retos a enfrentar.
Las encuestas favorecen reelección en primera vuelta
El primer gran reto que tiene esa estrategia es el enfrentamiento de la percepción que el gobierno quiere imponer, con la publicación de muchas encuestas donde los resultados establecen que el presidente Abinader gana fácil en la primera vuelta.
Ya la pasada semana fue publicada la encuesta RD Elige, que es apoyada por el poderoso grupo comunicacional RCC Media y la influyente emisora Zol 106.5 FM. Esa encuesta fue realizada entre el 22 y 26 de febrero, concluyó con una votación de 52.3% para el presidente Luis Abinader, 29.3% para Leonel Fernández y 13.4% para Abel Martínez.
Y aunque esa encuesta mostró una diferencia de tan solo 9% entre el PRM y la alianza PLD-FP, que no es una gran diferencia cuando faltan casi tres meses para las elecciones de mayo, los propagandistas del gobierno se han encargado de difundir de forma masiva la idea de que la encuesta afirma que Luis ganará fácil en primera vuelta. Y ya se anuncia la publicación de muchas otras encuestas. Y es casi seguro que las tendencias de esas encuestas irán por la misma orientación.
Eso representa un gran reto para los partidos opositores, quienes deberían también jugar un rol mucho más activo mostrando encuestas que puedan proyectar datos reales y bien sopesados que proyecten la posibilidad de una segunda vuelta. Y al mismo tiempo deben implementar una estrategia comunicacional eficaz y efectiva para la difusión de esas encuestas, que vaya en la línea de contrarrestar esa percepción de triunfo en primera vuelta que impulsa el gobierno.
Variar y fortalecer la estrategia de los candidatos opositores
El otro gran reto que tiene la oposición que va dividida a nivel presidencial en la primera vuelta, es desarrollar una estrategia de campaña que sea atractiva, impactante, novedosa, que enfrente de manera directa al gobierno y sus debilidades, pero que no afecte la imagen del otro partido opositor que es su eventual aliado para una segunda vuelta.
Leonel y Abel, en tanto candidatos de la oposición que enfrentan a un presidente que tiene amplias posibilidades de reelegirse, tienen grandes retos a enfrentar. El primer reto es que ambos deben ser firmes y fuertes enfrentando a Abinader, pero muy cuidadosos de no afectarse el uno al otro, pues si hay segunda vuelta, uno de ellos tendrá que apoyar al que clasifique.
Leonel como candidato está por encima de Abel. Pero el PLD como estructura política y electoral está por encima de la Fuerza del Pueblo. Ambos, Leonel y Abel, tienen sus fortalezas y sus debilidades. Ambos son ofertas importantes para el elector que no respalda al gobierno. Pero ambos de manera particular tienen el reto de sacar más votos uno que el otro. Ciertamente esa es una tarea difícil y complicada, sobre todo si tomamos en consideración que PLD y FP tienen prácticamente la misma orientación política, el mismo discurso opositor, las mismas líneas programáticas y el mismo origen.
En los últimos días tanto Leonel como Abel han dado un giro significativo a sus campañas y han hecho muchos más efectivos sus mensajes y sus anuncios de campaña.
En el caso de Abel desde hace semanas está siendo asesorado por un equipo de estrategas brasileños, que le han dado un giro muy efectivo a su campaña. La respuesta que el candidato del PLD le dio al discurso de rendición de cuentas del presidente Abinader fue novedoso y muy impactante. El uso de la propia población con sus comentarios y sus críticas en lenguaje popular a todo lo expresado por el presidente Abinader, estuvo muy bien usado y tuvo un efecto muy positivo.
En cuanto a Leonel, también su campaña ha dado un giro muy positivo. El spot donde usa la población expresando que solo una persona puede provocar el cambio, lograr el desarrollo y cambiar la situación difícil que vivimos, y que esa persona «eres tú», en alusión directa a cada votante que ve el spot, también ha tenido un buen efecto en la población.
La suerte está echada
Como dijo el gran guerrero romano Julio César al cruzar el río Rubicón, «la suerte está echada», y tanto el PLD como la Fuerza del Pueblo, tanto Abel como Leonel, deberán poner todos sus esfuerzos para que el presidente Abinader no se vaya en la primera vuelta, y que uno de ellos lo enfrente en la segunda vuelta.
En esta dura batalla electoral, el último reto que enfrentarán Abel y Leonel es evitar que el PRM y el gobierno repitan en las elecciones de mayo el mismo uso de poder y dinero que hicieron en las municipales.
El PLD y la Fuerza del Pueblo deben preparar bien sus equipos electorales, técnicos, de apoyo y de inteligencia para evitar en mayo el abuso de poder de febrero. Y ello saben muy bien cómo evitarlo. Si logran desarrollar una efectiva e impactante campaña de aquí a mayo y logran frenar los excesos del PRM el día D, es casi seguro que podría haber una segunda vuelta.