El disco ‘A mi manera’ apremia la vuelta de Sergio Vargas a sus años dorados
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Una de las fortalezas del periodo que se conoce como los años dorados del merengue es su riqueza musical. Y este enunciado implica diversidad de estilos, cantidad de exponentes que se reinventaban constantemente, creatividad artística, experiencia y talento de sus intérpretes, músicos, arreglistas, compositores. Todo eso obró a favor de un ciclo irrepetible –hasta la fecha– de una era que sigue cautivando nuevas generaciones que no existían en los insuperables años 80.
Sergio Vargas es uno de los principales merengueros de esa era. El repertorio que forjó con su voz cuando era parte de la alineación de la orquesta dirigida por su compadre Dioni Fernández y El Equipo, luego con Los Hijos del Rey y finalmente con su agrupación en los últimos años de los 80, posibilitan que el carismático intérprete de Villa Altagracia haya podido perdurar en el tiempo, con sus ciclos de altas y bajas, que en los últimos dos años entró a un selectísimo grupo tras obtener dos premios Grammy Latino gracias a sus dos álbumes más recientes.
El intérprete de La quiero a morir celebró con frenesí en el 2021 cuando recibió el primer Grammy Latino de su carrera, gracias al elepé Es merengue, ¿algún problema? en la categoría Mejor álbum de merengue y/o bachata, oportunidad que tuvo como competidores otros artistas dominicanos: Alexandra, con Bachata Quee; Manny Cruz con Love Dance Merengue, Luis Segura con su producción El papá de la bachata su legado y Fernandito Villaona que estuvo potulado con Insensatez. Este 2023, sorpresivamente, Sergio ganó en un empate rarísimo con Romeo Santos, el astro de la bachata que finalmente consiguió el primer gramófono de su admirable carrera.
La referencia inicial de esta crítica a los años dorados del merengue está motivada por las características rítmicas, el estilo y parte de los talentos que hicieron posible su portentoso cancionero. A mi manera, un álbum producido por la disquera J&N Records, que indudablemente ha jugado un rol significativo para que el artista lograra sus dos Grammy Latino, al margen de su calidad interpretativa, talento y carisma, es una producción que se circunscribe en el merengue que produjo Sergio en los años 80.
Las referencias flotan a simple vista, como es la inclusión de No seas tan cruel, composición de Luis Días que el artista grabó en los 90. Pero otra canción contundente que nos permite rememorar esos tiempos de gloria del ritmo nacional es Mi vida es una canción, composición concebida a dos manos por Jorge Taveras y Yaqui Núñez del Disco, dupla con un puñado importante de temas inmortalizados por intérpretes consagrados de la música dominicana. Y aunque de otros tiempos, pero no menos exitosos para el carismático intérprete de Marola, es A ese (un amor casi perfecto), una composición de Alejandro Jaen y Guillermo Rafael Paz, con unos arreglos vibrantes con la calidad que sabe lograr Junior Cabrera.
Un disco como A mi manera debe servir de faro para aquellos merengueros que navegan en la oscuridad creativa. En estos tiempos que predomina la ley de menor esfuerzo, J&N Records y Sergio Vargas apuestan a lo seguro, compositores de los de antes, como suele decir el artista en sus presentaciones en directo, arreglistas consagrados, como Dioni Fernández que participó en la producción de El pasado es pasado, La señal y el bolero Las cosas cambian, del inolvidable Nelson Ned. Manuel Tejada y Alex Mansilla contribuyen con sus aportes siempre en su punto.
Sergio Vargas vuelve a transitar por las calles que anduvo en esos proverbiales años dorados del merengue, con un disco con referencias artísticas inevitables –para fortuna del género y sus fanáticos–, en el que coinciden apuestas creativas que suelen funcionar a pedir de boca, como Luis Días, Mario Díaz, Jorge Taveras, Yaqui Núñez y hasta Marcelino Vázquez, que concibió un merengue bellísimo titulado Dominicana mujer hermosa. Consagrado en el 2018 por la Asociación de Cronistas de Arte con el Gran Soberano y dos Grammy Latino en los últimos tres años, el regreso sistemático a los estudios como manda el libro, sobran razones para que festejemos por todo lo alto este gran regreso del Negrito de Villa.