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Lo primero que pensé fue que había muerto Rafael Hidalgo. La noticia decía que Mayobanex Escoto reemplazaría el ex secretario general de la Liga Municipal Dominicana en el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana. .
Inmediatamente busqué información sobre Rafael Hidalgo y encontré varias publicaciones que reseñaban que el fogoso ex dirigente danilista había renunciado de esa organización. Saber que no había muerto despejó un poco de bruma en mi despertar sabatino.
La primera vez que lo vi interactuar fue en el comando de campaña presidencial de Reinaldo ParedPérez, que estaba ubicada en la calle Cub Scouts del viejo ensanche Naco. Siempre llegaba temprano a las reuniones de los lunes. Me parecía un joven dirigente muy entregado a sus quehaceres partidarios. Tengo que reconocer que no conozco su trayectoria.
El ex secretario general de la LMD, que sustituyó al asesinado alcalde de Santo Domingo Este, Juan de los Santos, envió una carta «que deje usted y chúpeme el cabo». Como diría el viejo encargado de la seguridad del colegio donde impartía docencia la profesora Jacinta Pichumahida de Argentina: «Es una delicia».
A Fernando Ramírez creo que lo conozco desde que sustituyó al locutor y diplomático Willy Paz (que está mas perdido que el hijo del senador norteamericano), en un interactivo que se difundía por Studio 88.5. Para entonces tenía muchos cabellos y no había acuñado la frase «un campesino de Bánica».
Tengo que admitir que la carta de renuncia de Rafael Hidalgo me ha sorprendido por su vieja militancia peledeísta que muchas veces se reserva sus conflictos internos. Y simulan que nada ha pasado que todo está color de rosa.
En la referida misiva, Hidalgo explica los motivos de sus renuncias y dice que no puede seguir perteneciendo a una organización. Las líneas del dirigente peledeísta son interesantes, tras afirmar que se va del partido morado porque es «retaliativo, sectario y xenófobo». Madre mía.
Y volviendo que Fernando Ramírez, el tipo grabó un video orgánico desde el interior de un vehículo, y reveló unas supuestas escaramuzas que había realizado Hidalgo, que pudiera considerarse en la milicia como «alta traición». Dice Ramírez que Hidalgo es un traidor y lo señala como el viaducto que utilizaba el Partido Revolucionario Moderno que para socavar con prebendas a los alcaldes, directores municipales, regidores y vocales peledeístas que para renunciaran de esa organización mientras estuvo dirigiendo la LMD. Es más, agrega, que el ex miembro del Comité Político renunció porque le quitaron el poder que tenía allá en Azua de Compostela. Madre mía.
