
Armas-EE.UU
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Recientemente se conmemoró el 60 aniversario de la marcha en Washington, Estados Unidos, contra el racismo, en la que el reverendo Martin Luther King Jr, pronunció su histórico discurso «I have a dream» (Yo tengo un sueño). Justo ese mismo día otro ataque feroz y sin razón a manos de un joven autodefinido como «supremacista» blanco, Ryan Palmeter, dentro del local comercial Dollar General en la ciudad de Jacksonville, cegó la vida tres personas negras y con el mismo fusil utilizado se suicidó luego de cometer los asesinatos.
De hecho, antes del asesino llegar a este establecimiento comercial donde perpetró su matanza, intentó ingresar en la Universidad Edwards Waters, centro educativo enfocado a la comunidad negra, pero un encargado de seguridad le negó la entrada por su negativa a identificarse. Por lo visto, el guarda de seguridad no visualizó el fusil de asalta que portaba el atacante.
Este es el más reciente hecho de asesinato alegre en manos de desquiciados que siembra nuevamente el terror en la sociedad norteamericana y que desgraciadamente, ya se ha hecho costumbre. El Presidente Biden se refirió a este lamentable suceso y dijo «tenemos que decir de manera clara y contundente que no hay sitio para el supremacismo blanco en Estados Unidos. Debemos negarnos a vivir en un país donde las familias van a la tienda o al colegio con temor de ser asesinadas por el color de su piel».
Cada vez que sucede una tragedia como la más reciente, se dicen todas estas peroratas, pero no hay acciones como consecuencia de todo este desenfreno, libertinaje en la compra de armas cortas o largas en manos de cualquiera. No hay una criba, un freno, una serie de requisitos para poder comprar u obtener un arma. Como hemos dicho en anteriores artículos, es un negocio de millones y millones de dólares dirigido por un grupo de personas con muchos intereses y que no les importan en absoluto los inocentes asesinados en tiroteos a mansalva. Solo les importa ganar dinero, pero esos son los que luego «defiende la vida» a según como se vea.
Sabían ustedes que de acuerdo con la plataforma Gun Violence Archive, en lo que va de año y hasta el 3 de julio, se han registrado 21,689 muertes por armas de fuego en Estados Unidos. La base de datos recopila los fallecimientos que involucran un arma por diversas causas, desde disparos accidentales, suicidios, hasta tiroteos masivos. En lo que va de año, se han contabilizado al menos 339 tiroteos masivos en el país. La nación norteamericana superó la marca de 400 tiroteos hasta julio en lo que va de año.
Así las cosas, Fred Guttenberg, padre de una de las víctimas del tiroteo en la escuela de Parkland, Florida, en 2018, criticó una vez más el fácil acceso a los fusiles de largo alcance en su país «los estadounidenses no están de acuerdo con la RNA (Asociación Nacional del Rifle)», cuya hija fue asesinada con una AR15.
En ese sentido, la tasa de tiroteos masivos en 2023 ha superado constantemente la de años anteriores, con un promedio de casi dos tiroteos masivos por día. Casi 1 de cada 5 adultos estadounidenses ha tenido un familiar muerto por arma de fuego, incluidos homicidios y suicidios, según una encuesta realizada en 2023 por la KFF (antes conocida como Kaiser Family Foundation). Aproximadamente la misma proporción de adultos ha sido amenazada personalmente con un arma de fuego, y aproximadamente 1 de cada 6 adultos ha sido testigo de un herido por arma de fuego, según la encuesta.
La situación de violencia contra inocentes continuará hasta que ese Congreso norteamericano no termine de entender que la situación y permisividad de tenencia de armas es grave y debe haber un mayor control.