
¡Ahora sí!
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Si bien la campaña electoral arrancó hace ratos, incluso el Partido de la Liberación Dominicana escogió su candidato, y aunque el Partido Revolucionario Moderno ni la Fuerza del Pueblo han oficializado sus candidaturas, todo el mundo da por sentado que el presidente Luis Abinader va tras su reelección, y Leonel Fernández será quien encabece la boleta presidencial de la FP, tras el discurso a la Nación pronunciado este 27 de febrero ante la Asamblea Nacional, el panorama político se embala por nuevos caminos hacia la lucha electoral
Y aunque temprano en la mañana el presidente del Partido Revolucionario Moderno decía que el tema de la reelección es «una conversación que se queda para el futuro», él y todos sabemos que en realidad, el futuro es hoy, y cada segundo en las ejecutorias del Presidente Abinader está perfectamente alineada a la búsqueda de que la población votante le confíe un nuevo mandato. Y más, que sea en primera vuelta.
La pieza oratoria pronunciada por el Presidente para dar a conocer sus ejecutorias de los últimos 12 meses, ocurre en el año preelectoral, por lo que cobra mayor importancia estratégica, no solo para el líder oficialista, sino para la oposición, que ve en el discurso una oportunidad de enrostrarle al mandatario sus debilidades, y esfumar sus fortalezas, pretendiendo obrener beneficio de ello. Legítimo. Todo vale cuando se trata de la lucha por el poder.
En lo adelante, podemos esperar una lucha cada vez más definida entre la oposición y el Gobierno, marcada por la confrontación entre quienes sostienen que el Presidente no tiene logros para exhibir, y el sector oficialista que destaca las obras y acciones que ha ejecutado su Gobierno. Es una lucha en la que el Presidente pierde algo y la oposición se amontona por atrapar ese algo que pierde. ¿Dónde está el asunto para el oficialismo? No perder mucho, y encarar las grandes debilidades de quienes le adversan, y por supuesto, seguir exhibiendo cada día obras y logros de su gestión.
Por lo tanto, se colige que veremos al Presidente inaugurando obras cada día, inciando otras y prometiendo nuevas. Sin embargo, lo que más importará en el tramo que llega hasta las elecciones del próximo año, está relacionado con los precios de los alimentos y los servicios básicos. Y ahí es donde a la marranita se le enreda el rabo, pues los factores externos son determinantes a la hora de establecer el costo de los alimentos y servicios imprescindibles para la población.
Y por otro lado, todo lo que subió por el aumento en los fletes debido a la pandemia, ahora que bajó significativamente, no se verá reflejado en los precios de los artículos que fueron afectados desde hace más de dos años. Por consiguiente, la estrategia de «resucitar» a Inespre, para llevarle comida a bajo costo a la gente en los pueblos y los barrios, busca paliar una situación que resulta peliaguda de tratar, especialmente porque existen intereses de sectores de mucho poder que no tienen ninguna intención de ceder, y desde el Gobierno no les resulta simple enfrentarlos.
Por otro lado, la inminente aprobación del Código Penal, creará un foco de ataques al Gobierno, pues aunque sectores ultraconservadores han obtenido resultados a la hora de impedir la aprobación de temas como las tres causales, o derechos para minorías, incluyendo la legitimización de que un adulto pueda maltratar a un niño al educarlo, algunas encuestas revelan que una mayoría de la población está de acuerdo con el reclamo de las tres causales.
Igual, para la oposición, que «le entrará como a la conga» al Gobierno, el cielo no pinta bien del todo. El oficialismo sigue activo en la recepción de los «disgustados» de la oposición, con especial interés en alcaldes, diputados, regidores y líderes medios del PLD y Fuerza del Pueblo. Y ese trabajo camina de la mano con la «conquista» del liderazgo de pequeños partidos y movimientos, porque todo suma, aunque sea chin, porque chin a chin, se llena la gallina…