
Un político leal y firme a sus principios
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El 8 de septiembre del 2021, Domingo Jiménez informó que padecía un fuerte dolor que «luego de agotar una intensa agenda médica por molestias en el abdomen, he sido diagnosticado con una tumoración maligna entre hígado y páncreas, la cual empezará a ser tratada en las próximas horas». Con este mensaje no buscaba sembrar el pánico entre sus seguidores y en lo inmediato acogió la sugerencia de «el equipo médico que me trata y me ha solicitado mantenerme al margen del teléfono».
Ante la insistencia de quienes deseaban expresarle su solidaridad, pidió disculpas y se retiró de las redes sociales y su programa de radio diario, para someterse a un tratamiento durante tres meses que lo mantuvo en el Presbyterian Hospital de Nueva York, Estados Unidos. El 22 de diciembre del pasado año rompió su silencio en Twitter para escribir, embargado por la esperanza y el espíritu de Navidad: «Queda un camino largo por recorrer, pero estamos prendido de Dios Padre y acompañado de Jesucristo. Venceremos, con la fe en el Todopoderoso y los avances de la ciencia. Mi gratitud eterna por sus oraciones».
Domingo Jiménez se cultivó intelectualmente en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de Juan Bosch. Echó raíces políticas teniendo como arma la palabra, su don de comunicador y de gente buena. Escogió el campo de la municipalidad para especializarse en este tema que abrazó para defender el derecho de los ciudadanos. En el PLD de antaño logró ingresar al Comité Central y con Leonel Fernández en la Presidencia de la República fue designado en el 2008 como Ordenador Nacional de los Fondos Europeos de Desarrollo.
Era abogado pero descolló en los medios como comunicador. Sustentaba sus ideas –mas no opiniones– con el argumento del conocimiento. Cuando hablaba no dejaba a nadie indiferente, porque sabía transmitir el mensaje con palabras que entendía el ciudadano de a pie. Con la muerte de Bosch, se cobijó bajo el liderazgo de Leonel Fernández, haciendo suyas todas las batallas y las grandes guerras del expresidente de la República.
En el 2016 intentó sin éxitos alcanzar la alcaldía del Santo Domingo Este que tanto amaba. En las primarias del PLD del fatídico 6 de octubre del 2019 estuvo siempre del lado del Presidente Fernández, y tras él se marchó para fundar el Partido Fuerza del Pueblo, donde ingresó a la Dirección Político –equivalente al Comité Político peledeísta–. En el lapso que lo mantuvo en cuidado médico, solo interrumpía su silencio en los medios para expresar mensajes de tristeza cuando fallecía algún ser cercano.
«Interrumpo mi aislamiento de salud, tan solo para expresar cuánto dolor y tristeza por la muerte de mi admirada y respetada Thelma Sánchez», escribió en Twitter el 13 de enero de este año. El 7 de mayo, seguía enfrentando con gallardía y resolución los procesos a que estaba siendo sometido. «Debo informarles que el cáncer ataca, un nuevo tumor ha aparecido, ahora es la columna vertebral. Seré sometido a tratamientos de radiación además de la quimio. Nunca olviden mi amor por ustedes», informó. Un mes después, reaparecía en las redes para comentar en un breve mensaje su angustia por la muerte de Orlando Jorge Mera: «Como ustedes saben, estoy afectado de un cáncer terminal de páncreas, el cual ya ha hecho metástasis. Lo estoy padeciendo, pero la muerte de Orlando me duele y me enlutece más allá de mi sufrimiento de salud». Fue su último post en Twitter.
El pasado jueves, Domingo Jiménez no pudo contra el cáncer, su hijo y comunicador Ernesto dio la triste noticia. «Mi padre ha partido a los brazos del Señor, nuestro Dios. Le doy gracias a Dios por el padre que me otorgó». El dirigente de Fuerza del Pueblo fue «un gran amigo de mil batallas» para el expresidente Fernández. «Extraordinario ser humano, leal y firme a sus principios. Te extrañaremos todos los días, apreciado Domingo».
Pocos fieles seguidores defendieron las causas del presidente Fernández como Domingo Jiménez, de ahí las palabras «leal y firme a sus principios» como Leonel describió su personalidad tras conocer la noticia de su muerte. Hombre combatiente en los medios, cuya ausencia en el programa «Tomando el pulso» de Rumba FM deja un hueco que seguirá vacío para quienes disfrutaban escucharle teorizar y argumentar sobre el acontecer político nacional.
Domingo Jiménez murió cuando faltan poco menos de dos años para las próximas elecciones, dejando el ajedrez político de la Fuerza del Pueblo sin una de las torres de la comunicación. En ese lapso, falta hará su voz, porque a él se le podía escuchar argumentar con inteligencia ante el ensordecedor ruido propagandístico que impera en la radio de estos tiempos.