
¿Qué pasó con mi perredé del 1974?
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No recuerdo con exactitud suiza si fue en las traumáticas elecciones del 1974 que fue herido de bala en la «arteria femoral» un regordete vecino que tenía una fritura cerca del Hospedaje del Mercado de Villa Consuelo. Lo que sí recuerdo que para la fecha tenía 10 años de edad y cada tarde escuchaba «las cátedras políticas» del secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), doctor José Francisco Peña Gómez, por «Tribuna Democrática», el más longevo órgano de difusión masivo de un partido político. Ese vecino respondía al nombre de «El Buey», creo que por su voluminosa anatomía.
Mi vecino era un ferviente militante del partido blanco, fundado en una comunidad cubana, cerca de La Habana en 1939 por un grupo de prohombres que buscaban desde el exilio derrotar al tirano Trujillo. «El Buey» era fanático, fanático. No se perdía una marcha, mitin o caravana. En su fanatismo involucraba a su esposa y a la única hija que tenía. Cuando Peña Gómez anunciaba una manifestación del partido del jacho prendío, «el Buey», desde muy temprano en la mañana, se vestía de blanco, buscaba su bandera en el local de esa organización, ubicado en un segundo piso del edificio Durán, de la avenida Pedro Livio Cedeño, Villas Agrícolas.
El domingo que al «Buey» lo hirieron, la noticia entristeció a todos los perredeístas de esa zona, cuyos líderes eran el fenecido José Lora, don Papo (padre del empresario Johnny Montaño); y el Negrito Five. Creo que lo ingresaron en el Hospital Padre Billini, de Ciudad Nueva. Mi madre que era enfermera me dijo «ese tiro es peligroso».
El suceso ocurrió un domingo cuando mi vecino regresaba en la retaguardia de una marcha caravana organizada por el PRD. «El Buey» se quedó rezagado y recibió un disparo que lo sacó de circulación por varios meses pero nunca dejó de arengar el triunfo del partido blanco. Recuerdo que vociferaba en la parte delantera de la casa número 83 de la citada calle (vivía en la parte trasera): «Balaguer asesino en el poder». Cuando «El Buey» gritaba esa frase «todo el barrio se recogía».
El primer partido que milité emocionalmente fue el fundado por don Ángel Miolán, Juan Bosch, Nicolás Silva, Enrique Cotubanamá, Juan Isidro Jimenes, Virgilio Mainardi Reyna, Lucas Pichardo, Pipi Hernández, Plinda Woss y Gil, Manuel Alexis Liz y Romano Pérez Cabral.
El Glorioso. Una vez el doctor José Francisco Peña Gómez afirmó «solo el PRD destruye al PRD». Ese negro era profeta. En suma: que cuando el líder negro enfermó de cáncer recorrió el mundo entero buscando cura y no la encontró. Al regreso al país, se organizó un gran recibimiento a todo lo largo de la avenida 27 de Febrero desde la salida del aeropuerto en su honor. Johnny Ventura grabó una promoción, donde puso la voz más fañosa de la cuenta, que decía «Viene, Peña Gómez y hay que recibirlo». La base musical era un merengue típico al estilo Ñico Lora.
Ahora que las encuestas colocan al partido blanco sin seguidores, sin militancia, sin oportunidades de reivindicar a José Francisco Peña Gómez y su tesis del «Gobierno Compartido», me preguntó: ¿qué estarán pensando los fundadores de ese organización que deberían estar en un museo de la democracia dominicana? Hace varias semanas se publicó que el presidente del partido blanco será el candidato presidencial para los comicios del próximo año. ¿Qué pasa aquí?