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Santiago de los Caballeros. Cada mayo hay alegría por el cumpleaños de Yaqui Núñez del Risco (1939). Un nombre que lo dice todo. Que recuerda su natal Santiago y a la vez a los pobladores de la isla antes de las carabelas. El caudaloso Yaque dio el nombre a Yaqui. Río de oro que se convirtió en techo de canas blancas y luminosas, como reflejo de todo el torrente de sus cultivados saberes, los cuales repartía como un abuelo –desde muy joven– con todo el que hablaba de frente y sobre todo a través de los medios de comunicación.
Dan nostalgia estos 4 de mayo sin su risa y su brindis por la vida. A veces al pensar en Yaqui uno piensa en las personas cercanas que trabajaron con él o aquellos cientos a los cuales les brindó su primera oportunidad o los benefició directamente, olvidando a todos aquellos que haciendo pinitos en los medios, abrevaban en la savia del maestro. Quién mejor que ellos, pueden testimoniar el legado del #MaestroYaqui.
Empezamos con Nelson Javier, mejor conocido como «Cocodrilo», uno de los productores y presentadores más destacados del país («El show de Nelson», «Buena noche»). Por su personalidad y por su persistencia en el trabajo y en aportar al país hasta su última gota de sangre y sudor. Haciéndolo con elegancia, sensibilidad y altura. Maestro Yaqui estaría muy orgulloso de él, como lo estamos todos.
«Cocodrilo» que es una referencia de la radio y de la TV desde lo regional a lo nacional se muestra humilde ante su propia figura y generoso ante el afamado productor y comunicador.
Testimonio del Coco
«Déjame decirte que al día de hoy, cuando yo presento a un artista que ya casi no lo hago, pero cuando yo hago entrevistas buenas o hago un comentario que tiene que ver con una dicción casi perfecta, yo digo wao y me recuerda a Yaqui».
«Cocodrilo» sostiene que todo el que habla en este país por televisión tiene que hacer una reverencia cuando entienda que hizo un trabajo de alto nivel «porque nadie en lo absoluto se va a parecer a Yaqui nunca y mira que los que tenemos más de 50 años hemos visto muchas cosas en lo cultural, en lo espiritual y en lo económico… en la vida real lo hemos visto todo».
Hablando del maestro Yaqui ¿te dio un consejo alguna vez?
Cuando yo entré a «La súper tarde» de Color Visión, soy de San Francisco de Macorís, con las limitantes más agresivas que podía tener un ser humano y para muchos o la gran mayoría inaceptable creer que un simple locutor que trabajaba bachata, un muchacho de barrio que llegó a la cabina sin ningún tipo de preparación, que las puertas se le abrió comprando café y periódicos a los locutores. Yo era quien controlaba en la emisora los programas hablados o sea, yo era control de los programas cristianos, de los deportivos y después comencé a dar la hora y por eso se ve una distancia entre lo que pueda permanecer y el éxito. Salí de un pueblo a la capital, ya puedes imaginarte… Eso, años atrás, era una cosa grande, ahora con el respeto que se merecen los muchachos, cualquier loquito viejo da la hora, vocea en una emisora y le dicen ven para acá, para la capital y ya está trabajando en una emisora nacional.
Refiere que «si sus ojos miraban una botella presentaba a un artista en base de esa botella. Si sus ojos miraban un zapato presentaba a un artista basado en el zapato. Si hacia un comentario y tenía que extender ese comentario, no utilizaba muletillas y yo estudié todo eso. Estudié a Yaqui. Yo me paraba en el patio de mi casa a hablar como Yaqui».
Ahora sí, llega la palabra enaltecida del maestro noble que no regalaba palabras vacías: «Creo que la única vez que se equivocó, fue conmigo, porque él me dijo una vez ‘si sigues así vas a ser muy bueno’ y yo digo que él se equivocó, porque lo que él me dijo es demasiado grande para lo que humildemente yo soy, para mi ese tipo es totalmente grandes ligas».
Pero te voy a decir algo oyéndote ahora mismo expresándote y viendo muchas de las entrevistas que tú haces, manejas las palabras con mucho concepto y eres de una generación que fue víctima de prejuicios por la forma de animar y sin embargo, la formación se ha impuesto y has podido hacer con calidad, la chercha y lo serio.
Te puedo asegurar que si la sintonía del tiempo no ha cambiado la filosofía real de los que estamos viviendo, que no tiene que ver nada con la calidad del diccionario yo fuese un locutor extraordinario. Si yo empleo lo que pude escuchar y ver en Yaqui Núñez del Risco y hubiese podido implementarlo, sería extraordinario. Ahora, sabes qué pasa, que yo no puedo entrevistar a una gran mayoría de las personas que tienen más de 35 años y menos de 18 con las enseñanzas hechas palabras del maestro Yaqui y más aún escucha lo siguiente, la gran mayoría de personas que tú ves vociferando en redes y en programas populares o te repiten a diario lo mismos o sus palabras son muy efímeras, son muy cortas de tú a tú, eso tiene un cambio del cielo a la tierra de aquel tiempo a este tiempo.
Esto explica que antes las personas se sentaban a ver un abanico de contenido, pero que ese abanico se apagó lamentablemente. Se apagó y se encendió el más fácil, con pocas palabras, lo que la gente quiere escuchar. Ya tu escuchas en los programas las frases callejeras con más frecuencia. Se han acortado las palabras, antes los hijos decían bendición papá, ahora te dicen «dime pa» y ya. Yo quisiera no morir sin poder vivir 1 o 2 años viendo comunicadores que tengan el ejemplo de Yaqui Núñez del Risco y tu dirías pero tu eres comunicador tú puedes hacerlo, yo intento mezclarlo pero es difícil.
Cuando nosotros los que trabajamos este negocio hablamos correcto, hablamos con disciplina hablamos con intuición hablamos con la corrección perfecta nos parecemos a Yaqui Núñez del Risco, para hablar perfecto o parecerse a la perfección hay que parecerse a Yaqui, o sea, eso es algo que yo lo tengo como un parámetro en el firmamento, que no puedo borrarlo de mi legado de profesión, que lo que yo hago en esta casilla. que lo que hago es tratar de vivir y de lo que mi familia vive, es de lo que yo he gozado, de lo que yo vivo, de lo que yo tengo, el maestro, el corrector para ser perfecto está ligado a mi pueblo [San Francisco de Macorís] y le llaman Yaqui Núñez o sea, eso para mí no tiene comparación y ojala los muchachos de estos tiempos comiencen a leer o a verlo porque eso está ahí en las redes, quién fue en esta tierra Yaqui Núñez del Risco, es muy difícil entenderlo. Pero dio tanto, habló tanto, habló tan bien, fue tan perfecto con su léxico, que su muerte lo dibujó sin palabras y mira que lo que te estoy diciendo te lo digo con lágrimas en los ojos.
Tú me estás poniendo a llorar también, oye lo que yo dije o sea la lección más grande del mundo es que el maestro de la palabra se muriera sin voz.
Eso es así, Dios ha sido tan bueno conmigo, tan espectacular conmigo te voy a decir dos cosas de Yaqui Núñez, yo fui vicepresidente de Premium Latin Music, Yaqui realizó un programa que se llamaba “En resumidas cuentas”, en el canal 13”, él realizó ese contrato con Nelson Javier y es primera vez que lo digo, recuerdo que Franklin Romero le abrió la llave a lo que el maestro dijera como él se merecía y no existía un programa que estuviera nada al lado a la espalda o en el frente, el programa era Yaqui inclusive hasta para hacer reír en un programa de televisión la sonrisa tenia que ser de Yaqui porque el entendía todo era un tipo perfecto y haciendo un texto para tu grabar un texto de Yaqui tenías que ser locutor y uno bueno.
Una anécdota, pero con coco
Cuando nosotros llegamos a Color Visión, Domingo Bautista, Michael Miguel y yo llegábamos a las 2:30 de la tarde y ‘El show’ terminaba a las 2. Yaqui se parqueaba en la parte trasera en el ala derecha del canal, por donde salía y entraba Adriano Rodríguez. Un día estoy hablando con un vendedor coco en una carretilla. Le digo que le voy a dar 50 pesos para entrar empujando la carretilla al estudio y presentar La Cocoband. Yaqui está en su vehículo, estoy hablando de hace 30 y pico de años y me llama. Fui temblando y me dice ‘¿Qué es lo que tú vas hacer?’. Y le digo: no maestro, voy a entrar con la carretilla a hacer un escándalo ahí, imagínate tú, yo de campo hablando con Yaqui, lo había saludado anteriormente pero como le explicaba lo que iba hacer y al final me dice: «Wao ¿y cómo tu la vas a presentar? Mira, tú sabes algo ese grupo se va a pegar de verdad lo creo de verdad y si analizas lo que tú estás haciendo es abrirle camino porque todos van a la Cocoband».
El que no lo entiende ahora es porque no quiere, pero entenderlo 35 años atrás eso era otra cosa y fueron muchas veces que yo presenté, con Cervecería, a la Cocoband y todos van a la Cocoband esa era mi muletilla perfecta para la Coco y que para tu hacerlo bien tiene que pensar en Yaqui hay otros que van a decir ese hombre ni existe ya, pero para hacerlo bien búscate la planilla de Yaqui porque si fracasas es porque quieres.
Pienso mucho en ti y te veo tan resiliente y como que has crecido en medio de tantas cosas inesperadas a tu vida y te has crecido en ese proceso ¿cómo ha sido eso? o sea ¿Cómo tú te fortaleciste tanto? ¿Cómo es que pudiste hacer el transfer y asumiste vivir con tanta dignidad en cada etapa de tu vida?
Te voy a decir una palabra, la transición de mi vida ha sido un funeral viviente porque el que vivió como yo 10 años atrás, lo que yo he vivido en estos últimos años merece estar en un ataúd o en un cementerio y no en las calles. Si su mente no tuviese el criterio de que se pueden hacer las cosas con o sin salud, yo me desafío cada día, y yo trato de lograr cada día mi sueño para dejar un legado, creo que cada quien que parte de la tierra deja un legado. El legado más difícil que puede dejar cualquier ser humano es la moral, yo no voy a dejar moral porque he hecho mis cosas malas y mis cosas buenas…
Cada día, con defectos y virtudes, trato de sobrevolar cada experiencia negativa que me presenta la vida. Me acostumbré a vivir con dolor porque el que está enfermo de diabetes, cuando no le duele la yema de los dedos, le duele la pierna, cuando no te cortan una pierna es porque te está afectando la vista, sino te afecta la vista te afecta otro órgano del cuerpo y tu sabes que vas a morir pero no debes pensar en morir, debes saber lo que vas a sembrar para cuando la muerte llegue cosechen cosas bonitas de ti y gracias a Dios me ha dado tantas vivencias positivas otras no tanto. No le guardo rencor a nadie, no tengo odio de nadie, no tengo malicia de nadie, no envidio lo de nadie y quizás por eso Dios me ha dado tanta fuerza de voluntad en los últimos tiempos.
