«Esto es merengue Vol. 1» de Henry Jiménez

A Henry Jiménez le brillan los ojos cuando habla de Esto es merengue Vol. 1, su álbum más reciente. Con el entusiasmo de un niño con juguete nuevo, se manifiesta complacido con la acogida y el respaldo de sus colegas a esta idea concebida como «un grito de orgullo, un abrazo a la identidad». No es para menos, porque él es un músico con talento, que carga a cuesta su pasión por una música que le ha permitido vivir experiencias gratificantes, trabajar con muchos de los merengueros consagrados y que en esta etapa hace de director de El Legado, la orquesta que dejó el legendario Johnny Ventura y que lidera con todo el rigor de su padre, Jandy Ventura.

Jiménez –que junto a Rafael Quezada y Manuel Tejada trabajaron los arreglos del disco Vive que supuso en 1998 el resurgir de la Reina del Merengue, Milly Quezada– tiene razones para celebrar el estreno de este primer volumen, que incluye casi cincuenta del centenar de artistas que dijeron que sí para colaborar en su grabación. Un trabajo de envergadura que 15 años después finalmente aterriza a toda velocidad en las plataformas streaming, que soporta una edición impresa para los registros discográficos de los amantes del género y para la salud del ritmo que de cuando en vez recibe dosis como esta, que revitalizan su existencia.

Esto es merengue Vol. 1 se estrenó el 31 de mayo de este año, 15 canciones, una hora y 4 minutos de puro mambo. La impronta del talentoso pianista, productor y director musical se aprecia a lo largo de su repertorio. En Spotify, su versión del clásico de la salsa Llorarás acumula más de un millón de tocadas, números primorosos para Jiménez, para el álbum y el ritmo nacional, en estos tiempos cuando reina la música urbana y otras yerbas indigeribles. La acogida de Llorarás quizás puede atribuírsele a la reunión del veterano José Alberto El Canario, la Chiquito Team Band, Raulín Rosendo, Sexappeal y otros intérpretes de primer nivel. Es, por cierto, una de las mejores canciones de la producción.

Henry Jiménez apostó en grande a este álbum, y a mayor riesgo más beneficios. Iconos del merengue de República Dominicana y Puerto Rico coinciden en los estudios para sellar con estilos disímiles la candente impronta que este artista imprime en sus creaciones. En un listening con la prensa especializada para presentar el álbum, el artista explicó que no solo busca fortalecer y preservar el merengue, «sino también construir un puente entre el pasado y el futuro» de la música dominicana.

Lo cierto es que con su convocatoria logró reunir nuevas generaciones con los principales líderes del ritmo que desde finales de los años 70 salió al ruedo alzando la bandera de esta música y que todavía la mayoría de ellos siguen vigente cultivando un ritmo declarado en el 2016 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como patrimonio cultural inmterial de la humanidad.

Esto es merengue es un disco para bailar. No hay punto moderado en este repertorio vibrante en el que se pueden apreciar la participación de Wilfrido Vargas, Alex Bueno, Fernando Villalona, Rubby Pérez, Milly Quezada, Miriam Cruz, Pavel Núñez, Ramón Orlando, Jandy Feliz, Juliana O’Neal, Los Hermanos Rosario, Eddy Herrera o Manny Cruz. Emotivo y nostálgico es el junte de Pochy Familia, Kinito Méndez y José Peña Suazo en el tema No era yo. Es precisamente a Pochy y Kinito, en aquellos años cuando el sonido cocotú era un fenómeno irresistible en los tiempos de La Cocoband, que Jiménez debe sus inicios profesionales en la música cuando se presentó la oportunidad de reemplazar al pianista de la orquesta, en una fiesta en Boston, Massachusetts.

El ritmo mangué de Cheché Abreu, el sonido inconfundible del Combo Show de Johnny Ventura tienen su espacio. El merengue reúne en este repertorio a muertos y vivos, estilos de los 80, de los 90 y de hoy, hombres y mujeres, reinas y reyes, en esta estupenda iniciativa de un Henry Jiménez que ve una oportunidad de ofrecerle al público un producto audaz, atrevido y convincente. Esto es merengue Vol. 1 glorifica el sonido que nos identifica culturalmente. Que no se haga rogar el estreno del segundo volumen.