
El gobierno y la seguridad ciudadana
Comparte Este Artículo
Uno de los grandes retos que tiene el gobierno del Presidente Luis Abinader es el de reducir los niveles de inseguridad ciudadana y crear en la sociedad un clima de confianza, paz y estabilidad social.
En todas las encuestas que se realizan, el tema de la seguridad ciudadana alcanza niveles muy altos de insatisfacción. La población dominicana vive diariamente una serie de asaltos, asesinatos y situaciones de violencia en general, que preocupan y generan niveles muy elevados de preocupación.
Ante esa situación, el gobierno no ha sabido dar respuestas claras, precisas y efectivas. Por el contrario, muchas veces las medidas que adopta y las declaraciones que dan los funcionarios responsables de la seguridad del Estado ante hechos de violencia lo que producen es lástima, pena y vergüenza. Lo sucedido hace unas semanas atrás en el barrio de Villa Mella es una muestra de eso. La delincuencia tomó el control total de un barrio, asesinó a varias personas y creó un clima de incertidumbre, mientras el ministro de Interior y Policía dijo que no podía hacer nada porque «él no es general ni jefe de la policía». Eso es para sentir vergüenza ajena.
La pasada semana de nuevo el gobierno adopta una decisión que muestra su falta de planes para enfrentar con eficacia los altos niveles de delincuencia. De forma sorpresiva, y sin consultar a ningún sector de la sociedad, el gobierno decidió prohibir la venta de bebidas alcohólicas de 12 de la noche a 8 de la mañana en varios los municipios del Gran Santo Domingo, especialmente en Santo Domingo Este, aduciendo que eso contribuiría a bajar los niveles de delincuencia y criminalidad. Según los analistas del gobierno, en ese período de tiempo es que se producen los mayores actos de violencia.
Esa medida el gobierno la adopta sin consultar con centenares de negocios que ofrecen entretenimiento en la esas zonas, a los cuales va a condenar al cierre parcial o a la quiebra, lo que a su vez se traducirá en mayores niveles de desempleo y de crímenes. Antes que adoptar mayores medidas de seguridad y control en las zonas donde están los lugares de diversión, el gobierno prefiere eliminar la diversión.
Esa medida muestra la torpeza y la falta de visión clara de los responsables de las políticas publicas en contra de la criminalidad. Si el gobierno continúa esa orientación y partiendo del hecho de que nuestro país es el mayor índice del mundo en muertes por accidentes automovilísticos, no nos sorprendamos si en las próximas semanas el gobierno decide evitar que la población se traslade en vehículos de motor para evitar la muerte por accidentes automovilísticos.
Ya es hora que el presidente Luis Abinader asuma directamente y con visión certera, las medidas que debe tomar el gobierno para enfrentar con firmeza los preocupantes niveles de violencia, criminalidad y delincuencia que nos arropan. Ya es hora de dejar de tomar medidas risibles e inefectivas que hacen más daño que bien. Ya es hora de aplicar el cacareado cambio en cuanto la seguridad ciudadana se refiere. De seguir como vamos, Dios nos tome confesados.