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Dos candidatos jóvenes con visión y futuro político
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Uno de los graves problemas que presenta la política dominicana es que la renovación de los liderazgos históricamente ha sido un proceso tardío, complejo, difícil, que casi siempre se produce después de la muerte física de los principales líderes que dominan los escenarios electorales por mucho tiempo.
En la historia dominicana ninguno de nuestros grandes líderes han sabido retirarse a tiempo, dandole paso de forma natural a sus herederos políticos. Por el contrario todos, o casi todos, han llenado varios ciclos históricos y para salir del escenario ha sido forzados por problemas de salud o por muerte física.
Los líderes de las primeras tres décadas de la era democrática post-trujillista fueron el profesor Juan Bosch, Joaquín Balaguer y José Francisco Peña Gómez. Balaguer fue líder político y opción electoral hasta su muerte física ocurrida el 14 de julio de 2002 a sus 95 años. Balaguer nunca formó a nadie para sustituirlo ni nunca confío en nadie para seguir sus pasos, hasta el punto que con su muerte la organización que le sirvió de soporte, el Partido Reformista, desapareció del escenario electoral como opción importante.
En el caso de Juan Bosch, su retiro de la política activa no se produjo con una transición ordenada y él pasando la antorcha a su sucesor de forma espontánea, sino como fruto de una enfermedad que le afectó el cerebro. Su partido, el PLD, lo escogió candidato presidencial en 1994 consciente de que estaba con limitaciones cognitivas, pero llevó al joven Leonel Fernández en la candidatura a la vicepresidencia, como una forma de garantizar el proceso de transición del liderazgo. Y al PLD le dio resultado, pues Leonel fue el candidato para las elecciones de 1996 y ganó la presidencia de la República.
En el caso de Peña Gómez, fue el líder indiscutible del PRD por mucho tiempo, siendo el garante de que ese partido ganara dos presidencias de la República en las personas de Antonio Guzman, en 1978, y de Salvador Jorge Blanco, en 1982.
Empero, en 1986, cuando entendió que le tocaba el turno de ser presidente se encontró de frente con las aspiraciones de Jacobo Majluta, y entre ellos se produjeron grandes contradicciones que cercenaron en ese momento las aspiraciones de Peña Gómez. Tuvo una nueva oportunidad en 1996, pero el surgimiento del joven Leonel Fernández apoyado por Balaguer, le cerraron el paso en una segunda vuelta. Peña forjó muchos líderes en el PRD, pero no le dio tiempo preparar una transición ordenada y normal de su liderazgo, pues un cáncer le quitó la vida en en el 1998, con tan solo 61 años y en un momento cumbre de su accionar político.
De Leonel Fernández a Luis Abinader
Los líderes que sucedieron a Bosch, Balaguer y Peña Gómez han recorrido casi la misma senda de sus predecesores en cuanto a la renovación del liderazgo y pasar la antorcha se refiere.
A Bosch le sucedieron Leonel y Danilo, ambos tomaron el legado de Bosch y fueron presidentes de la República, uno tres veces y el otro dos. En el caso de Leonel ha sido firme en no entregar a tiempo la corona a otro, pues después de haber sido tres veces presidentes y ya con 70 años, insiste en volver a la presidencia y hay posibilidades de que pueda lograrlo.
En el caso de Danilo, ya tiene 72 años, sigue siendo el presidente de su partido y una figura política de primer orden, aunque no puede ser opción electoral porque la Constitución se lo prohíbe. Eso es lo que le ha llevado a apoyar de manera militante al candidato actual del PLD, Abel Martínez, pero aunque ha dicho que no volverá a ser nunca más aspirante presidencial, muchos piensan que si se modifica la Constitución y es rehabilitado, podría ser candidato en el 2028 o el 2032. Y es que el fantasma de Balaguer permea a todos nuestros políticos.
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En el caso de Balaguer, no dejó herederos con reales posibilidades. Y en el caso de Peña Gómez dejó tres fuertes herederos como sucesores, Hipólito Mejía, Miguel Vargas y Luis Abinader. Dos de ellos han alcanzando la presidencia de la República: Hipólito y Luis. Ambos se han manejado más o menos bien, pero la impronta de sus liderazgos siguen siendo principal desde que crearon el PRM y salieron del PRD, dejando solo a Miguel Vargas en este partido, quien ha sido un buen funcionario de varios gobiernos, pero no ha logrado la presidencia.
Nuevas opciones de relevo en este proceso electoral
Analizando la actual campaña electoral desde la perspectiva histórica, podemos afirmar que uno de sus grandes retos es la de servir de termómetro para configurar el nuevo liderazgo, y debería provocar el relevo necesario de lideres que, como el Leonel, Danilo e Hipólito, ya cierran, o deberían cerrar, su papel activo como figuras de connotación político-electoral.
En los tres principales partidos del país, PLD, PRM y Fuerza del Pueblo, se está desarrollando una joven generación de líderes políticos que se perfilan como los potenciales herederos del actual liderazgo político y electoral. En el PRM, se estima que si Luis logra reelegirse ya no sería opción electoral para el proceso del 2028 y una camada de jóvenes valores se disputarían la jefatura de nuevo liderazgo del PRM. Entre esas opciones se destacan David Collado, Carolina Mejía, Fellito Suberví, Wellington Arnaud, Yayo Lovatón, entre otros.
En el caso de los principales partidos de oposición en este proceso hay dos jóvenes políticos que forman parte de la oferta electoral quienes, por su capacidad, visión y fortaleza de ideas, se convierten en opciones de primer orden para ser parte importante de la renovación del liderazgo en la Fuerza del Pueblo y en el Partido de la Liberación Dominicana, y para ser dos voces responsables en la orientación de eficientizar y dignificar cada vez más el Congreso Nacional.
Esos dos jóvenes son Omar Fernández y Yuri Enrique Rodríguez. Ambos presentan un perfil joven lleno de capacidad profesional, los dos son abogados con maestrías, con una gran visión para entender la realidad, ambos han hecho propuestas que conectan de manera directa con los principales problemas de sus electores, ambos ven la política no como una vía para alcanzar metas personales sino como un medio para servir a los demás.
Omar Fernández, un verdadero fenómeno político
Omar Fernández se ha convertido en un verdadero fenómeno electoral. Con tan solo 32 años ya emerge como el dirigente político que representa estos tiempos. Aunque es hijo del expresidente Leonel Fernández, ha sabido manejar su imagen y su carrera política con total independencia de su padre, pero sabiendo atesorar y valorar las buenas acciones de lo que ha significado Leonel para el ejercicio político y gubernamental. Omar tiene capacidad, tiene carisma, conecta con la gente, es humilde y sobretodo, conoce la realidad dominicana y las vías para solucionar los graves problemas nacionales.
Actualmente, después de eficazmente ejercer cuatro años como diputado, aspira a Senador del Distrito Nacional y tiene todas las posibilidades de lograrla, a pesar de que tiene en su contra no solo al candidato oficial del PRM, sino al propio presidente de la República, a más de 10 ministros y a casi todo el presupuesto nacional.
Por su fortaleza como candidato, con Omar se ha dado un caso que casi nunca ha ocurrido en una elecciones. Para el partido de gobierno es crucial ganarle a Omar pues desde el presidente Abinader hasta todos los aspirantes presidenciales del PRM para el 2028, ven a Omar como su futuro contrincante para las elecciones nacionales dentro de 4 años, y por eso están haciendo todo para vencerlo ahora. Pero al parecer, Omar los derrotará a todos y ganará la senaduría del Distrito Nacional.
Yuri Enrique, otro fenómeno político
Yuri Enrique es otro fenómeno político de estos tiempos. Con tan sólo 28 años de edad, se perfila como uno de las figuras principales para retomar la antorcha en la generación relevo del PLD. Y eso lo viene demostrando desde hace tiempo. Yuri fue uno de los pocos jóvenes del PLD que fue capaz de defender públicamente a esa organización cuando las protestas en la plaza de la bandera en el 2020. Yuri es un joven abogado sumamente preparado, tiene dos maestrías, una realizada en Francia y la otra en Inglaterra, cuenta con una gran capacidad de comunicar y de escuchar a la gente. Su participación en los debates de aspirantes a diputado que organizó la Cámara de Comercio de Santo Domingo, fue ampliamente elogiada y todos los analistas dijeron que fue el ganador de esos debates, por la calidad de sus propuestas y por su gran capacidad profesional.
Su propuesta de llevar una ley para aprobar el Plan Hostos, que plantea llevar nuevamente la enseñanza de Moral y Cívica en las escuelas, es muy atinada y pertinente. Partiendo de que la principal preocupación de los residentes en la circunscripción número 1 es la inseguridad, Yuri busca lograr que los jóvenes estudiantes puedan obtener en las aulas «una brújula moral que les guíe en sus decisiones y acciones». Para Yuri Enrique, es urgente que en sus planes de seguridad el gobierno priorice la construcción de ciudadanía y el retorno a los valores.
Omar y Yuri Enrique, por su clara visión de la realidad, por sus propuestas precisas y eficaces ante los problemas de los habitantes de su circunscripción, por su compromiso social y su cercanía a la población, son dos propuestas electorales que merecen ser apoyadas por todos aquellos que nos preocupa el presente y el futuro de la República Dominicana. Omar y Yuri Enrique representan la mejor esperanza para caminar el sendero de los valores y de la integridad en la política moderna. Merecen y obtendrán el apoyo de la mayoría de los habitantes del Distrito Nacional para dignamente ser su Senador y su Diputado. Con la bendición de Dios.