¡Anjá! Unjú
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El merenguero July Mateo (Rasputín) inmortalizó un merengue que criticaba la situación política, social y económica durante la última gestión de Joaquín Balaguer. Esa canción fue tan popular que hoy día mantiene su vigencia, aunque no suena todos los días en la radio nacional. En lo particular me encanta su estribillo: anjá, unjú.
Ayer lunes pintaba bien en el escenario político con expectativas sobre encuentros mediáticos que ofrecerían Francisco Javier García Fernández y el alcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez. Cada uno por separado anunciarían informaciones importantes que se esperaba cambiarían el panorama electoral a corto plazo.
Somos partidarios de la conformación de un bloque político opositor para enfrentar al oficialismo que busca desesperadamente la reelección presidencial de Luis Abinader. Una ambición válida.
El afable dirigente político y agrónomo Leonardo Faña, en una entrevista televisiva, criticó la Alianza Rescate RD, que encabezan los partidos Revolucionario Dominicano, de la Liberación Dominicana y la Fuerza del Pueblo. Afirmaba que ese pacto no tiene razón de ser por lo que fue cuestionado. Uno de los entrevistadores recordaba que el principal gestionar y armador de alianzas desde la década del setenta fue el líder José Francisco Peña Gómez.
Es importante recordar que Peña Gómez dejó su impronta en la alianza conocida como Acuerdo de Santiago, que apoyó las aspiraciones presidenciales de Antonio Guzmán Fernández para las elecciones de 1974. Ese acuerdo sumaba al general Elías Wessin y Wessin, un pilar fundamental del grupo militar que se oponía al retorno del profesor Juan Bosch al poder después del golpe de Estado de 1963. Es importante recordar que esas gestiones las hacía el líder perredeísta en su condición de secretario general del partido blanco.
El segundo gran convenio orquestado por Peña Gómez fue denominado Acuerdo de Santo Domingo para las elecciones de 1994. El líder de la Internacional Socialista para América Latina siempre fue un abanderado de las alianzas.
Fue un acuerdo entre fuerzas antagónicas (Frente Patriótico) que impidió que Peña Gómez no se convirtiera en el cuarto presidente salido de las filas del partido del jacho prendido. Hay que resaltar que los últimos gobernantes son producto de estratégicos o grandes acuerdos electorales.
Es entendible «el laborantismo» desde el oficialismo para que fracase la Alianza Rescate RD. Es innegable que la reconciliación entre Danilo Medina y Leonel Fernández, el binomio de oro, que convirtieron al partido morado en una maquinaria electoral triunfadora.
Antes y después del anuncio del acuerdo electoral pactado entre las tres fuerzas políticas mencionadas no pasa un solo día que no se hable de ella. Es por eso que siempre decimos que ese acuerdo reducido en una primera fase, no ha dejado a nadie indiferente.
El anuncio de que Francisco Javier García Fernández hablaría el país político generó una gran expectativa. Sin embargo, su comparecencia, ha provocado en algunos sectores la misma sensación de «un merengue sin letra». «No dijo nada, no dijo nada». Lo propio ocurrió que el camarada Manuel Jiménez que convocó a los medios y a su equipo político para anunciar que apoyaría la reelección del mandatario. En el argot deportivo eso fue «un swing en blanco». La opinión pública esperaba que Jiménez anunciara su «mudanza y acarreo» para un partido de oposición que pudieran ser: La Fuerza del Pueblo o Frente Amplio.
Cuando todo el país político esperaba que Francisco Javier García, el gran estratega, anunciara el gran pacto de 20 a 24 senadurías. El ex jefe de campaña de Abel Martínez estaba construyendo una narrativa histórica. ¡No ombe!
El que habló claro fue el secretario de asuntos municipales de la Fuerza del Pueblo, Ignacio Ditrén, que aseguró que en un importante sector de la cúpula del Partido de la Liberación Dominicana no quiere un acuerdo amplio de cara a las elecciones del próximo año. Es más: cuando concluyó la entrevista expresó que «ese grupo» prefiere pactar con un ala del Partido Revolucionario Moderno en vez de sellar el acuerdo que garantiza el triunfo de la oposición. Después de las intervenciones de Francisco Javier y Manuel Jiménez solo puedo decir «anjá, unjú».