Danilo, Abel y Leonel: ¿perdieron el sentido de la historia?
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Siempre he afirmado que una de las características fundamentales de los líderes políticos de este tiempo debe ser que actúen con un amplio sentido de la historia. Tener sentido de la historia significa tomar la medida correcta en el momento oportuno, para lograr resultados favorables y alcanzar las metas propuestas.
Danilo Medina y Leonel Fernández se caracterizaron, hasta octubre del 2019, por tener un gran sentido de la historia y actuar siempre acorde a esa orientación. Lograron mantenerse en el poder por dos períodos de gobierno cada uno, en base a siempre saber caminar unidos a pesar de las diferencias. Cuando Leonel venció a Danilo en la convención del PLD de mayo del 2007, Danilo actuó con sentido de la historia, no renunció de ese partido y esperó paciente hasta el 2012 cuando fue candidato del PLD y se convirtió en presidente de la República.
En el 2015, en el momento en que Danilo logró imponer su reelección y venció a Leonel en aquella famosa reunión del Comité Político en Juan Dolio, a pesar de los resabios y frustraciones del momento, Leonel actuó con sentido de la historia, se mantuvo en el PLD y ese partido logró ganar nuevamente las elecciones. A partir de ese momento, Danilo perdió las perspectivas y la ruta del sentido de la historia, tratando de imponer una nueva reelección y eso llevó a que Leonel también actuara por sus emociones y no con real sentido de la historia.
Al no poder reelegirse nuevamente, Danilo impulsó la candidatura de Gonzalo Castillo y, con todo el poder de Estado y con el presidente de la República a su favor, Gonzalo venció a Leonel por escaso margen. Leonel, en vez de actuar con sentido de la historia y hacer lo que hizo Danilo en el 2007, tomó la decisión de renunciar del PLD, crear la Fuerza del Pueblo y convertirse en un aliado de Luis Abinader y el PRM, para sacar a Danilo y el PLD del poder.
Esa decisión de Leonel ahora se le ha revertido de manera casi espectacular. Si Leonel no hubiera renunciado del PLD y se hubiese mantenido en ese partido con el sólido respaldo que consiguió en la convención de octubre del 2019, hoy fuera sin ninguna discusión el candidato, respaldado por una sólida estructura electoral, con todas las posibilidades de ser elegido nuevamente como presidente de la República. Por el contrario, hoy es líder con una buena imagen en el electorado, pero con una organización política muy débil como estructura y que acaba de ser humillada por un gobierno y un partido al que le sirvió de manera indirecta para subir al poder en el 2020.
Danilo, Leonel, Abel y la nueva realidad
Ante los resultados de las elecciones municipales tan adversos para el PLD y la Fuerza del Pueblo, los líderes de estas dos organizaciones deben entender la realidad y actuar con un gran sentido de la historia.
Las elecciones municipales enseñaron con claridad que el PRM y el presidente Abinader superaron al PLD en la forma de cómo usar el poder para retenerlo y ampliarlo. La cantidad de recursos distribuidos, la compra de votos, los comandos de propaganda en las mesas electorales, el «convencimiento» de alcaldes y regidores de la oposición para que se vayan al PRM, son solo algunas muestras de que ese partido ya sabe muy bien cómo ganar elecciones. Y si eso lo hicieron para las municipales, imaginemos lo que harán para las nacionales y congresuales.
Danilo y Leonel están en la obligación de entender la realidad y actuar con sentido de la historia. Abel Martínez, que emerge como una figura nueva con muchas posibilidades presentes y futuras, debe convertirse en una vía de entendimiento entre Danilo y Leonel, para que la Alianza Rescate RD logre los resultados que busca y pueda frenar lo que la percepción electoral muestra como inminente: la reelección del presidente Abinader en primera vuelta.
La unidad total en primera vuelta, podría ser la garantía de triunfo
A raíz de los resultados de las elecciones municipales he estado afirmado que la enseñanza principal que se desprende es que hoy más que nunca la garantía de que no ocurra lo mismo en las elecciones de mayo, es la unidad total de la oposición con una sola propuesta de candidatos a senadores en todas las provincias y con una sola candidatura presidencial.
El entorno de Danilo Medina, Abel Martínez y Leonel le han hecho entender a esos líderes que lo más conveniente sería ir separados en una primera vuelta, luego ir juntos en una eventual segunda vuelta con el candidato que clasifique. Particularmente creo que eso es una visión totalmente incorrecta, contrario a lo que lleva tener sentido de la historia y que es un riesgo innecesario. Es una táctica con poco fundamento que podría tragarse la estrategia correcta que es unir todos los esfuerzos ahora para darle un sólido golpe al PRM y a la reelección.
Danilo y Abel tienen como meta principal fortalecer y defender al PLD. Los resultados obtenidos en las municipales lo llevan a plantear, con justa razón, que si hay un acuerdo en primera vuelta debe ser sobre la base que Leonel apoye a Abel como candidato. En el caso de Leonel y la Fuerza del Pueblo, su argumento es que Leonel en todas las encuestas están por encima de Abel, lo cual es cierto, y que por lo tanto es quien tiene mayores posibilidades de derrotar al presidente Abinader.
Tanto Danilo y Abel como el expresidente Leonel Fernández, tienen razón. Lo que no tienen es justificación. Los tres están pensando más en sus intereses particulares y en los de su partido, que en los intereses del país y de las mayorías nacionales que ellos dicen representar. Los tres, lamentablemente, han perdido el sentido de la historia. Los tres prefieren arriesgarse a que en mayo suceda lo mismo que en febrero, antes que dar su brazo a torcer para que haya ganancia de la Alianza Rescate RD y de la nación que ellos se jactan en querer dirigir por una ruta diferente al actual gobierno.
Tener sentido de la historia es entender con claridad que solo un acuerdo total de la oposición en la primera vuelta es la mayor garantía de evitar que el PRM y el presidente Abinader ganen en primera vuelta.
Tener sentido de la historia es saber poner los intereses partidarios y personales por debajo de los intereses generales de la nación y de la mayoría de la población.
Tener sentido de la historia es aprender a valorar los resultados y las enseñanzas de los acontecimientos. En este caso, es entender que la mayor enseñanza de la derrota de febrero es hacer una unidad total de la oposición.
Tener sentido de la historia es dejar atrás los egos, los desafectos, los odios, los resentimientos y lo rencores del pasado, y caminar en el presente con espíritu de unidad para construir juntos un futuro diferente a la realidad actual.
Tener sentido de la historia es entender que la mejor y más efectiva forma de enfrentar el apoyo de un presidente en ejercicio a un candidato congresual del gobierno, es el apoyo decidido y militante de dos expresidentes a un candidato opositor. Si no se da un acuerdo opositor total desde la primera vuelta, el PRM y el gobierno podrían ganarle hasta a Feliz Bautista en San Juan de la Maguana.
Como Danilo, Abel y Leonel parece que han perdido el sentido de la historia, es casi seguro que no se logre el acuerdo en primera vuelta. Que la táctica sea apostar a que la reelección no se imponga en la primera vuelta, y la estrategia lograr la unidad en segunda vuelta con el candidato que clasifique. Como en esos planes no hay sentido de la historia, la táctica podría tragarse la estrategia y el PRM volver a arrasar en las nacionales y congresuales, tal y como lo hizo en las municipales. Si eso sucede, confiamos en que la historia se encargará de aplicar las sanciones de lugar a los líderes que no tuvieron sentido de la historia.