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Después de presenciar la juramentación del ex presidente de Ecuador, Adalá Bucarán, en América Latina, todo parece posible. Incluso aquellos eventos que una vez consideramos impensables, como la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. Sin embargo, la idea de una mujer como presidenta de Estados Unidos parecía aún más distante. Se esperaba que este hito ocurriera en 2008 con Hillary Clinton, pero incluso enfrentándose a Trump, aunque ganó el voto popular, el sistema tenía otros planes para ella.
Entonces, ¿cuándo será la República Dominicana gobernada por una mujer? Esta pregunta resalta un comentario de un importante dirigente político del país sobre la supuesta falta de madurez política para tal acontecimiento.
Sin embargo, la realidad es que la pasarela política dominicana está repleta de mujeres altamente calificadas profesional y moralmente para dirigir la administración pública. Curiosamente, el apoyo femenino parece ser esquivo, con frases como “mujer no vota por mujer” siendo expresadas incluso por funcionarias gubernamentales.
Incluso en los partidos de oposición, se argumenta que las aspirantes presidenciales carecen de las estructuras partidarias necesarias para ganar una convención interna. Esto plantea la pregunta: ¿por qué?
Celebremos el hito del pueblo mexicano al elegir a Claudia Sheinbaum como presidenta. Pero también reflexionemos sobre el necesario cambio de mentalidad tanto del pueblo como de la clase política dominicana.
Es hora de superar la limitada visión que relega a las mujeres políticas criollas a solo tres ministerios reservados: Educación, Cultura y Mujer. ¿Hasta cuándo persistirá esta situación?
