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La moda no incomoda. Cómoda –fantásticamente cómoda, diríamos– se siente la alcaldesa del municipio San Juan de la Maguana. Hanoi Sánchez, mujer de gustos chic y consumidora de las envidiables exquisiteces de la buena vida, pone fecha de caducidad a su último look: es ella imagen sureña con marca registrada. Y tiene razones para mostrar su pelo de intenso color dorado caribeño, posando como una «barbie» de película, con un carrito rojo de carrera al que anhelaría montarse el merenguero Silvio Mora, y rememorar los años dorados de su célebre merengue. A tres días para la conmemoración del Día de la Restauración, Hanoi caminó con gracia, se detuvo delante de su carrito rojo, medio levantó la pierna izquierda y con una sonrisa pícara, preguntó al bendecido fotógrafo: «¿Cómo me veo? Dígame la verdad». Ella misma se respondió: «¡Súper bien!». Y con la gracia de Engracia, no se aguantó: «Pau, pau, pau». ¡Ah Hanoi, caramba!
