El amargo sabor para el Gobierno la licencia que toma Hugo Beras en el Intrant
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El caso de Hugo Beras en el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) podría tener un impacto negativo significativo en la campaña de reelección de Luis Abinader para el 2024. La solicitud de licencia del funcionario podría interpretarse como un reconocimiento implícito de irregularidades, lo que afectaría la imagen del mandatario y su capacidad para manejar la corrupción en su administración.
La interpelación propuesta por el diputado opositor Tobías Crespo aumenta la presión sobre el gobierno, poniendo el escándalo en el centro del debate político. Esto podría debilitar la confianza pública en el liderazgo de Abinader y afectar su respaldo electoral.
La acción legal de Carlos Balcácer contra Carlos Pimentel, director de Compras y Contrataciones Públicas, agrega un componente jurídico al escándalo, lo que podría exponer aún más las presuntas irregularidades en el proceso de licitación. Esto podría traducirse en una pérdida de credibilidad para el gobierno y sus instituciones, impactando negativamente en la percepción de la gestión de Abinader.
El escándalo que ha generado la licitación abierta por el Intrant de 1,300 millones de pesos destinados a la instalación de un centro de control del tráfico y la adquisición e instalación de semáforos inteligentes, provocó que el director de Compra y Contrataciones mencionara la existencia de un «escuadrón de extorsión» que opera en los medios de comunicación.
En resumen, el caso de Hugo Beras e Intrant presenta desafíos significativos para la reelección de Luis Abinader, ya que socava la confianza pública y destaca preocupaciones sobre la transparencia y la integridad en su administración.