
Retiro de Bosch: el PLD realiza campaña interna y elige a Leonel como su candidato en el 1995
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Mientras el profesor Juan Bosch fue candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), nadie en ese partido le disputaba esa condición, por lo que el interés de la boleta siempre se centraba en quién sería su compañero de fórmula. En el artículo anterior afirmé que la primera crisis en este aspecto se presentó en el 1990, cuando Bosch decidió elegir como su vicepresidente a un desconocido empresario de la ciudad de Santiago, llamado José Francisco Hernández.
Para esas elecciones, todas las encuestas indicaban que el PLD y Bosch vencerían al presidente Joaquín Balaguer, pues el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), otrora poderosa maquinaria electoral que había vencido al doctor Balaguer en dos oportunidades, se había dividido entre Peña Gómez y Jacobo Majluta. Ante la real posibilidad de ganar las elecciones, la dirigencia del PLD había convencido a Juan Bosch para que llevara como candidato vicepresidencial a un empresario, dando así un mensaje para generar confianza entre los sectores productivos de la nación dominicana.
A lo interno del PLD algunos dirigentes creyeron que Bosch elegiría al arquitecto Eduardo Selman, un dirigente histórico de ese partido que era uno de los pocos empresarios que militaba en sus filas y era del anillo cercano de Bosch. Pero el líder peledeísta sorprendió a todo el mundo eligiendo a José Francisco Hernández, un empresario de Santiago. Esa elección generó resquemores a lo interno del PLD, pero el peso político de Bosch fue determinante y se sorteó sin problemas esa situación.
Como era casi seguro que Bosch ganaría las elecciones, la elección del empresario Hernández como vicepresidente generaba muchas dudas ante la edad y la salud del Bosch. Sin embargo, aunque el PLD ganó los elecciones de 1990, el doctor Balaguer y el gobierno reformista le hicieron un fraude y le arrebataron el poder. Aunque Bosch y el PLD hicieron una amplia campaña denunciando el fraude y llamando a Balaguer a la legalidad, nada de eso tuvo resultado y el viejo caudillo reformista se impuso y se mantuvo en la presidencia cuatro años más.
Nueva generación en el PLD y el surgimiento de Leonel
La derrota electoral del 1990 llevó a profundos cambios en la dirección del PLD y eso lleva a que se coloquen en primer plano una nueva generación de líderes que van a pasar a ser los principales responsables de las nuevas estrategias de esa organización. Esos cambios llevaron al Comité Político a Danilo Medina, Juan Temístocles Montás y Leonel Fernández, tres dirigentes que se conectaban con los tiempos modernos del ejercicio político y que vendrían a trazar la nueva ruta de trabajo del partido morado, tras la situación de salud que afectaba al profesor Juan Bosch.
Para las elecciones de 1994, el PLD estaba en la disyuntiva de si elegir o no nuevamente a Bosch como candidato presidencial, pues ya eran muy evidente sus problemas de salud y sus limitaciones de comunicación, por las afecciones en su cerebro que llevaban a principios de Alzheimer. La decisión fue darle una última oportunidad al líder y escoger a un candidato vicepresidencial que se proyectara como el que ocupara el lugar de Bosch en las elecciones de 1998.

Para esos fines se presentaron tres propuestas al Comité Central del PLD: Lidio Cadet, José Joaquín Bidó Medina y Leonel Fernández. La decisión de presentar a Leonel frente a esos dos históricos robles peledeístas fue una clara estrategia de Danilo, Temo y el propio Leonel, pensado en el cambio generacional del liderazgo de esa entidad. Danilo y Temo hicieron un gran trabajo entre los miembros del Comité Central y lograron que Leonel ganara la candidatura vicepresidencial obteniendo el 53% en la votación de ese organismo. Leonel, un candidato joven, sumamente preparado, un intelectual de fuste, un jugador de baloncesto, un excelente comunicador, se convirtió en un fenómeno político con una campaña novedosa, atractiva, moderna, que impactó ampliamente en el electorado y lo consolidó como el virtual relevo de Juan Bosch en la candidatura presidencial para las elecciones de 1998.
En el certamen electoral de 1994, el PLD sufrió una derrota vergonzosa pues obtuvo un escaso 13% y quedó en un lejano tercer lugar. Las elecciones fueron ganadas por el doctor Peña Gómez, pero nuevamente el doctor Balaguer hizo un fraude para quedarse en el poder. Contrario a Bosch y el PLD en el 1990, el doctor Peña Gómez y el PRD hicieron una amplia protesta y no aceptaron el fraude balaguerista. Fruto de esa situación el país estuvo al borde de una guerra civil. En ese momento, el nuevo liderazgo peledeísta encabezado por Danilo, Temo y Leonel, propusieron la firma de un acuerdo llamado «Pacto por la Democracia», que se convirtió en la salida política a la crisis. La esencia de ese pacto establecía que se permitía a Balaguer gobernar dos años más, se modificaría la Constitución para incluir la segunda vuelta si un candidato no obtenía el 50% en la primera, se obligaba a Balaguer a realizar elecciones en el 1996 y se le impedía ser candidato en esas elecciones.
El PLD se moderniza y permite campaña interna
Ante esa nueva realidad, el PLD se vislumbraba como la fuerza política emergente con amplias posibilidades de jugar un papel importante en esos comicios que se realizarían en 1996, a escasos dos años. Como ya Bosch no podía ser nuevamente candidato, eso implicaba la elección de un nuevo candidato sin crear mayores problemas en el partido.
La nueva generación de dirigentes (Danilo, Temo y Leonel) entendieron conveniente que el PLD superara algunos aspectos propios de los tiempos de Bosch, y que la elección del nuevo candidato no fuera potestad del Comité Central ni del Comité Político, sino que la decisión fuera de las bases del PLD a través de la votación en los organismos. Eso fue aprobado. Para ello se escogieron tres aspirantes y se les permitió que pudieran hacer campaña interna en los diversos organismos. Esto implicaba una ruptura importante con las decisiones limitadas del pasado.

Para esta primera oportunidad en que el PLD permitió que sus dirigentes hicieran campaña interna, el Comité Central convocó a su Congreso Elector y eligió tres aspirantes: Euclides Gutiérrez Félix, Norge Botello y el joven Leonel Fernández. Euclides y Norge eran dos robles del peledeísmo, dos dirigentes con un amplio historial político, con mucha fuerza al interior de los organismos de dirección del PLD y con una gran influencia en Juan Bosch. Leonel tenía a su favor tres elementos esenciales: era la encarnación de la nueva imagen de la política, había sido el más reciente compañero de boleta de Bosch y tenía el apoyo decidido de Danilo y Temo, los genios de la nueva estrategia que estaba implementando el PLD.
El proceso de campaña interna del PLD se desarrolló con mucho orden durante unos meses. Y el doctor Leonel Fernández resultó el ganador de la candidatura presidencial del PLD con una votación del 93% de los organismos. De inmediato, el PLD preparó una estrategia electoral con miras de ganar las elecciones de 1996. Danilo Medina, que en ese momento era el presidente de la Cámara de Diputados, renunció a ese cargo y asumió la jefatura de la campaña de Leonel.
Leonel, ese joven sumamente preparado y que impactaba en toda la población, se convirtió en el contrincante principal del doctor José Francisco Peña Gómez, uno de los más grandes líderes políticos dominicanos de todos los tiempos. En un primer momento, Peña Gómez minimizó a Leonel e incluso dijo que era «un pollito» que no podía competir con él. El PLD y su nuevo equipo de estrategas, lograron colocar a Leonel como una figura de primer orden en la política, un aspirante que atraía e impactaba de forma extraordinaria. Asimismo, trabajaron para que Peña Gómez no se fuera en la primera vuelta y que el Partido Reformista quedara en un tercer lugar, para buscar un acuerdo con el doctor Balaguer en la segunda vuelta.
La estrategia del PLD le dio los resultados esperados. Peña Gómez sacó un 47% en la primera vuelta y tuvo que ir a una segunda. Leonel y el PLD lograron que un mes antes de la segunda vuelta, se concretara el llamado «Frente Patriótico Nacional», mediante el cual Balaguer y Bosch levantaron la mano y apoyaron a Leonel Fernández, quien venció a Peña Gómez en la segunda vuelta de las elecciones en junio del 1996 y se convirtió en Presidente de la República Dominicana con tan solo 42 años de edad.