¿Raquel Peña senadora por Santiago?
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Si hay una mujer que ha jugado un rol de primera línea en el Gobierno de Luis Abinader es la vicepresidenta Raquel Peña, una mujer de vasta experiencia en el ámbito empresarial privado, que ha demostrado en estos tres años, que también puede hacerlo bien desde la gestión pública.
Ha sido una bateadora que ha demostrado que puede puede jugar desde cualquier posición, porque la capacidad está demostrada por más de 25 años de trayectoria probada en el ámbito laboral.
Fue designada por el presidente Luis Abinader como coordinadora del Gabinete de Salud, donde junto al Ministerio de Salud Pública y las Direcciones Nacionales de Salud, hicieron frente a la crisis del COVID-19 y dirige algunos otros consejos de suma importancia, en los que el primer mandatario necesita una figura de confianza y capacidad probada.
Visualizando el rol de figuras como ella, que en la actual gestión de gobierno se han destacado por un excelente rendimiento, tomando en cuenta que en un posible segundo período del Presidente Luis Abinader en 2024 no puede dejarla fuera, aunque deberá mover estratégicamente las fichas del tablero político, para mostrar novedad al electorado en la boleta, existe la posibilidad de que la gerente probada pueda asumir otra función de igual relevancia. En el PRM empieza a sonar discretamente una eventual candidatura suya a la senaduría de Santiago, una de las principales demarcaciones electorales.
Eduardo Estrella, actual senador por esta provincia sigue haciendo su trabajo desde la Cámara Alta y jugando un papel a favor de las iniciativas del actual gobierno, lo que incluso, le ha hecho merecedor de críticas de algunos sectores, amén de que su llegada al tren fue fruto de una alianza política.
Una plaza clave
Santiago es una plaza importante en términos electorales, es una de las 32 provincias de nuestro país, pero allí convergen muchos factores, siendo el económico uno de los más importantes a tomar en cuenta para cualquier aspirante a Presidente y por consiguiente para el desenvolvimiento político y la gobernanza nacional.
Una provincia agrícola por naturaleza, que tiene importantes empresas –incluyendo zonas francas– y una diversidad económica que se destaca, es sin dudas, una de las zonas del país más pujante en términos de desarrollo económico y social.
Cuando Luis Abinader, líder del Partido Revolucionario Moderno, presentó a la ciudadanía quién sería su compañera en 2020, de inmediato surgieron comentarios en torno a Raquel Peña, puesto que era una figura en términos políticos, desconocida para la mayoría, sin embargo, el Presidente, sabía lo que en términos electorales buscaba en esta plaza, denominada como la segunda capital del país y lo que su nombre representaría en términos de apoyo empresarial para la misión más importante: llegar al poder.
A su llegada al Palacio, Peña ha demostrado que es una mujer de acción y que no sería la típica figura de la vicepresidenta, que se sienta en los actos protocolares adornando una silla. Se convirtió en la tercera mujer dominicana en ocupar este importante cargo, a solo una silla de llegar a la presidencia de la nación.
Evaluando el desempeño de la misma y de cara al reto que deberá asumir el mandatario de un segundo período, si decide ir en 2024, de no continuar al lado del líder perremeista como vicepresidenta, una de las propuestas que pudiera considerar es la senaduría por su provincia, curul que puede garantizar un apoyo importante a las iniciativas del Presidente de turno, donde se fraguan grandes batallas, en el Congreso Nacional.
Habría que esperar cuál será la decisión de la santiaguera, si la oferta que pudieran hacerle sería aceptada o tan solo considerarla, porque hasta el momento hemos visto que en su papel de vicepresidenta se siente muy cómoda, pese a la intensidad de trabajos que se le ha delegado.
La otra pregunta que se hacen algunos es ¿qué pasaría con Eduardo Estrella?, aunque bien pudiera haber culminado el compromiso asumido entre ambos líderes políticos, toda vez que fue para un solo período y de repente, Luis Abinader a cumplido con su palabra, al no tocarlo, hasta el momento como presidente del senado.
En País Político hemos planteado la posibilidad de que una nueva figura política, acompañe al Presidente en un posible nuevo mandato, acción que cualquier estratega político le recomendaría, en tiempos en los que la gente se cansa rápido de las cosas.
No obstante, a la vice, parece que le ha gustado ser la segunda, y no vislumbra que una, por ejemplo, Carolina Mejía, pudiera ocupar su lugar, algo que según se ha comentado, ha estado promoviendo su propio padre , Hipólito Mejía, a lo interno del PRM, con la intención de acercar cada día más a su pequeña a la lides del poder.
Hasta el momento Raquel Peña, ha sabido jugar su rol, una mujer discreta, de confianza del mandatario, que habla lo necesario y que ejecuta lo que se le solicita y transparente. Habrá que esperar que se acerquen meas los días en los que las decisiones serán impostergables por aquello de los plazos fatales.
Perfil profesional
Raquel Peña nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, el día 10 de septiembre de 1966. Hija del señor Leocadio Peña Guillén y de la señora Estela Rodríguez de Peña. Creció en una familia que siempre ha estado vinculada a la política, dando su apoyo especialmente a líderes demócratas.
Católica y mujer de mucha fe en Dios, en su ciudad natal cursó los estudios primarios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús y posteriormente hizo la secundaria en el Colegio La Salle. Allí, de la mano del hermano Alfredo Morales descubrió su vocación por la educación, alfabetizando niños que no tenían cupo en la escuela pública del hoy municipio Cienfuegos.
Egresada de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) de la carrera de Administración de Empresas. Cursó estudios en el área de Educación, Negocios, Finanzas, Emprendimiento e Innovación, así como en Incubadoras de Negocios, tanto en el país como en el exterior. En el año 2002, en PUCMM, recibió el título de Magíster en Administración de Empresas (MBA) – doble titulación con la Universidad de Quebec en Montreal.
Contrajo nupcias con Marco José Antuña Cabral con quien tiene tres hijos: Rosa Estela, abogada, casada con Eduardo José Brugal, quienes a su vez procrearon sus dos nietos, Felipe y Amalia; Marco José, ingeniero, e Isabel Amelia, mercadóloga.
Inició su vida laboral a muy temprana edad en los negocios familiares, rotando por todas las áreas. Como profesional asumió las responsabilidades de gerente general en las empresas comerciales y tabacaleras de su familia.
Sin dejar su rol empresarial, en el año 2000 inició formalmente su otra vocación, paralela a los negocios: la educación, como catedrática en la PUCMM en los niveles de grado y postgrado.