
PLD: elecciones
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¿Importa mucho o no quien haya ganado a lo interno del Partido de la Liberación Dominicana? Salvo para las bases que hablaron y se manifestaron en la escogencia de su precandidato de cara a los comicios del 2024. El PLD es un partido desgastado, manchado, que necesita urgentemente una renovación real en sus filas y saneamiento en su estructura desde la cabeza a los pies. El candidato electo fue Abel Martínez. Un político joven que viene trillando un camino con ciertos claroscuros desde que estuvo en el Congreso. Un político que pretenderá ganar la presidencia del país en base al discurso que los ultra conservadores del patio quieren escuchar. Esas serán sus bazas.
La escogencia y votaciones de la base del partido fueron rotundas. No quieren, en apariencia, más herencia danilista. Se volcaron por un candidato conocido en Santiago por su «orden, limpieza y cero migrantes irregulares», olvidaron como no, su paso y trabajo por el Congreso Nacional. Su famoso «voten honorables voten» ha dado mucho de sí en casos que aún no se han esclarecido. Pero ellos eran gobierno, tenían su Congreso y su Poder Judicial.
Abel Martínez, actual alcalde de Santiago, es un típico candidato a la usanza de antes. Posee un discurso ultra nacionalista, conservador y poco atinado a los tiempos actuales. Obtuvo un 60.87% de los votos emitidos. Con 23 años de militancia en el PLD guiará al partido morado que ya estuvo en el gobierno por 20 años a regresar al poder en el año 2024 como si aquí todos hemos olvidado lo acontecido de ese pasado en el que la Justicia continúa trabajando para dar veredictos conforme lo sucedido.
Durante su mensaje, emitido desde la Casa del PLD en la avenida Independencia, junto a la cúpula de dirigentes del partido, incluido Danilo Medina, Abel Martínez felicitó a sus contrincantes de partido por la unidad que mostraron durante la contienda. Además, manifestó a todas las personas que deseen ser parte de ese partido que tienen las puertas abiertas dentro de la organización fundada por Juan Bosch. El impulso de políticas a favor de la juventud, mujeres y sectores vulnerables, sumados a una fuerte política contra la inmigración ilegal son partes de las propuestas y discurso que Martínez ha expresado y que pondría en marcha en su plan de gobierno, en caso de salir electo.
En ese sentido, la cúpula de dirigentes del expresidente Danilo Medina y por supuesto él mismo, debe revisarse y apartarse a un lado para que ese partido renazca de una manera distinta con personas nuevas y renovadas. Para muchos, Abel Martínez Durán es un desconocido total y en eso debe trabajar y basar su plan de cara a las elecciones del 2024. Los «viejos» robles (militancia partidista) del partido deben apartarse y dejar que la «sangre nueva» comande ese partido de oposición si de verdad desean regresar al poder. Lo que veo preocupante es que esa «sangre nueva» tiene pensamientos e ideas propias de otras épocas pasadas. ¡Ahí está el peligro!
«Servir al partido para servir al pueblo», así rezó el eslogan del segundo partido político fundado por el ex presidente Juan Bosch, en el año 1973. Un partido en sus inicios de «centro-izquierda», con orientación socialdemócrata. Partido joven, que en poco tiempo ha gobernado los destinos del país en distintas ocasiones. Surgió como una negación de las prácticas clientelistas, populistas e individualistas del PRD. Para cumplir ese objetivo se entendió que era necesaria la creación de una sólida organización, de líderes, con métodos de trabajo diferentes que aseguraran una sólida disciplina. La estructura y organización del PLD es una consecuencia de la coyuntura nacional e internacional sucedidos en 1973. Lamentablemente terminó sus 20 años en el poder cometiendo los mismos errores del PRD, y en peores circunstancias. El accionar de sus dirigentes, ex presidentes y líderes no fue lo mejor.