
Franiel Genao: «Necesitamos un partido de izquierda que gane elecciones»
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Franiel Genao es, de alguna manera, el fruto de una de las semillas esparcidas por un maestro de su adolescencia en Santiago de los Caballeros, su ciudad natal. A sus 32 años, rememora sus inicios en el quehacer político, una ciencia que le cautivó temprano en su vida.
El joven activista y dirigente político recuerda a un profesor de la secundaria «que era muy incisivo en su afán de que leyéramos historia política, y como yo leía mucho, eso me generó un espíritu de investigación. Y leyendo un libro sobre la revolución industrial, noté que habían apenas dos parrafitos que hablaban sobre los movimientos obreros, pero mencionaba varios textos sobre socialismo y marxismo». Como joven inquieto, usaba la internet para acceder a libros y mediante la desaparecida red social MySpace, entró en contacto con con jóvenes de varios países en foros donde se discutía sobre política.
Su primera participación política, alrededor de los 14 o 15 años, es cuando se entera por vía a los periódicos de la existencia de una organización de reciente fundación, La Multitud, y conformada por un grupo de jóvenes que habían organizado «La otra feria», una actividad alternativa frente a la feria que había organizado el gobierno de Leonel Fernández para mostrar sus logros. «Me involucré de inmediato en La Multitud, y terminé fundando el primer comité en Santiago».
A partir de esta primera experiencia de participación política, Franiel ha acumulado una intensa experiencia que pasa desde el acompañamiento y asesoría de personalidades, organizaciones políticas, instituciones públicas y movimientos sociales en comunicación estratégica y digital, encargado de comunicación digital de Marcha Verde, hasta convertirse en jefe de la innovadora campaña que llevó a la Cámara de Diputados a José Horacio, recién electo vicepresidente de Opción Democrática.
Su fulgurante carrera política lo llevó de ser colaborador de Alianza País y Opción Democrática a integrarse a este último, partido que lo escogió recientemente como delegado político de esa organización ante la Junta Central Electoral (JCE), y este domingo, la Convención Nacional de ese partido lo eligió a unanimidad como secretario general para el periodo 2022-2024.
En su primera entrevista con la prensa tras ganar la posición en OD, el más joven secretario general entre los partidos reconocidos por la JCE conversó con País Político acerca de los desafíos que encara al asumir esta posición dentro del partido, así como de sus ideas y aspiraciones de contribuir a una nación más equitativa y garantista de los derechos de todos sus ciudadanos y ciudadanas.

¿Qué te llevó a militar en Opción Democrática y no en otra organización, por ejemplo el PLD o PRM?
Mi decisión de ser parte de un partido como Opción Democrática, y de dar un paso más allá para estar al frente, como secretario general, es que esos partidos, los que han dominado el escenario político los últimos 30 ó 40 años han tenido una disputa, un solo objetivo: ganar elecciones para controlar el Presupuesto Nacional. Eso parece ser su ideología. No hay propuestas de fondo sobre cómo hacer avanzar a la sociedad. Más allá de los planes que puedan tener escrito en algún documento, yo no los veo, en la práctica, no hay una propuesta con una visión de hacer avanzar la República Dominicana.
Para quienes nos reconocemos como parte de la izquierda, parte de nuestro compromiso debe ser poner la sociedad en movimiento, hacer transformaciones reales en este país, y por eso necesitamos organizaciones nuevas como Opción Democrática.
El país tiene dos retos muchos retos, pero hay dos fundamentales: tenemos que hacer avanzar una agenda de derechos, y no es que se reconozcan, es que se normalicen, como el derecho reproductivo de las mujeres, como el caso de las tres causales, que es reconocido ya en casi todos los 197 países del mundo, solo cinco no lo reconocen, y no puede ser que 192 países estén equivocados y cinco tengamos la razón. Es un asunto de sentido lógico, pero sobre todo, de dignidad y de extrema necesidad para las mujeres, de extrema urgencia,que requerirían una respuesta del Estado; pero también hay aspectos como el derecho al matrimonio igualitario, tema que deberíamos estar discutiendo.
Otro aspecto fundamental es lo que está pasando en nuestra isla en términos medioambientales.
República Dominicana está entre los diez países con mayor nivel de riesgo ante los efectos del cambio climático y tú no ves una acción común, desde el Estado, para construir una estrategia frente a eso, que es algo que estamos sintiendo, como ejemplo reciente, lo que pasó con el huracán Fiona, y cada vez más estamos sintiendo los efectos del cambio climático.

Al ser electo secretario general encaras grandes retos en la construcción de un partido como OD. ¿Estás listo para ello?
Cuando miro mi trayectoria, siento que me he preparado para esto, que estoy listo para esto. Creo que el trayecto recorrido que me acompaña me va permitir hacer un buen trabajo. He querido asumir la Secretaría General de Opción Democrática, que es una de las posiciones que mayor reto interno y externo, porque es la persona que tiene que poner el partido en movimiento.
Somos un partido joven, cuya membresía tiene una edad promedio de 35 años, y la Dirección Política electa este domingo, tiene en su mayoría menos de 45 años. Entonces, tenemos un reto muy serio de hacer coincidir esas ganas de cambio y de transformación que nosotros tenemos con la realidad a la que nos vamos a enfrentar, porque queremos ser un partido progresista que haga política como nosotros la soñamos, como la queremos, ¡pero que gane elecciones!
Eso nos obliga a construir un proyecto político en cierta medida formidable, y eso tiene cierta dureza. Nuestro país no tiene partidos que defiendan ideas, y en la medida que defiendes ideas, vas a generar adversarios.
Otro gran reto es territorializar, y parte del trabajo que toca como secretario general, todo esto que estamos haciendo, hacer crecer nuestra membresía en todo el país y fuera de él.
Vamos a trabajar para construir ese instrumento político formidable para ponerlo al servicio de la izquierda y las ideas progresistas, que gane elecciones, que permita sacar a la izquierda del ostracismo en que se encuentra, y que nos ponga en el debate, que nuestra visión de sociedad esté también en el debate público.
Tengo una sensación de un poco de vértigo, pero es lo hay que hacer, hace falta que hagamos política y hace falta que nuestra generación esté representada en el escenario político.

¿Cuáles son los puntos en los que quisieras hacer fuerte en tu gestión?
Lo primero, que haya partido más allá de las elecciones. Tenemos un reto muy importante, sobre todo en esta época en la cual la política está muy atada a las candidaturas, la liquidez del tiempo… para mi lo más importante es generar los mayores niveles de institucionalidad, en Opción Democrática, como un partido nuevo, todavía la estamos construyendo; estamos innovando en muchísimos aspectos, como el tema de la paridad. Nosotros no elegimos cuotas en nuestros organismos de dirección, sino que elegimos 50-50 entre hombres y mujeres.
Estamos aplicando como una regla que todos nuestros espacios de trabajo, de difusión, de debates, mezclan lo virtual con lo presencial, para poder garantizar la participación de la gente. Todas esas prácticas nuevas nosotros tenemos que canalizarlas, construir una institucionalidad que nos permita sostenernos en el tiempo, y que tengamos partido más allá de las elecciones.
Lo segundo es poner el partido en funcionamiento para que fortalezca nuestras candidaturas a todos los niveles.
Queremos irrumpir en el escenario político en el 2024 ganando la mayor cantidad de diputados y la mayor cantidad de regidores, y si hay posibilidad, apostar por senadurías y alcaldías. Pero sobe todo, sabemos que estamos en un momento de construcción, y ese momento de construcción obliga a apelar al comienzo, que es ampliar con regidurías y con diputados, pero no solo por el hecho de los puestos, sino porque creemos que hay que relanzar la discusión de la ciudad en la República Dominicana, es decir, los puestos municipales son como premios parecería que son premios para los políticos, o políticos que quieren ser ministros que quieren ser diputados, quieren ser presidentes, y utilizan las alcaldías como trampolín, y no se dedican a gestionar la ciudad.
En lo legislativo, creemos que hay que hay que reforzar el rol de fiscalización de los legisladores.
Queremos generar un debate diferenciador en la política, que la gente marque una diferencia fuera de los colores y de los rostros de Opción Democrática frente a los otros partidos.
En estos dos años, nuestra mayor apuesta es convertirnos en un partido de mayorías. Pienso, con mucha fuerza, que toda esa energía que se ha manifestado durante los últimos 15 años de movimientos de fuerzas, de interpelación al sistema político, las protestas por el medioambiente, contra la corrupción, por la justicia fiscal, por la educación no se han traducido en una fuerza política, y ahí está esa gente. Entonces, nuestra apuesta en convertirnos en un partido que canalice todos esos anhelos de transformación que tiene que tiene la sociedad. Y nuestra gran primera prueba van a ser estas elecciones de 2024, en las que esperamos lograr un importante número de legisladores, regidores o alcaldes que nos permita irrumpir e iniciar, y nacer formalmente, porque, después de estas elecciones es que nosotros vamos a ver si nacemos como organización con un buen resultado electoral o no.

¿No contempla Opción Democrática concentrar esfuerzos en una candidatura a una alcaldía que pueda ganar y mostrar desde allí lo que puede hacer la izquierda desde el poder?
Ese es un reto que tenemos. La izquierda no ha gobernado en nuestro país. No hemos gobernado en el Ejecutivo ni en alcaldías y es imposible mostrarle a la gente lo que somos y lo que podemos hacer si no tenemos referentes.
Nosotros sí lo entendemos y hemos discutido, y como partido lo hemos estado estudiando a mucha profundidad, porque no es solo la concentración en un espacio específico, sino que hay retos en términos de la dinámica electoral que se impone en República Dominicana, que va en dos sentidos, lo cultural y los retos legales del sistema electoral.
Otra de las tareas pendientes que tenemos como partido es construir una cultura electoral en la izquierda, que es muy precaria. Entonces, hay que robustecer esa cultura electoral de izquierda, que por diversas razones no se ha fortalecido.
La izquierda, cuando se dispersa, fracasa, porque no tenemos los recursos, la dimensión que tienen los partidos tradicionales, y como nuestra capacidad es limitada, nuestras posibilidades también son limitadas. Nosotros vemos como un elemento fundamental en nuestra estrategia en estos dos años la focalización territorial. ¿Cómo lo vamos hacer, solo a nivel de las regidurías, los diputados o las alcaldías…?, eso es una discusión que ya estamos teniendo, ya hemos ido levantando, estudiando, analizando y discutiendo el terreno electoral, la demografía de la República Dominicana, dónde es que se pueden hacer esas apuestas.
En tu opinión, ¿qué es ser de izquierda?
Ser de izquierda es tener una serie de valores que están muy vinculados a la solidaridad, pero sobre todo, a la fuerza de lo común, me gusta decir, es decir, ver la sociedad desde la perspectiva de que la solución a los problemas cotidianos no es la salida individual, sino la salida colectiva.
Como parte de la discusión de qué es ser de izquierda hoy, es que hay que entender que hay un impulso personal necesario en la vida. Creo que uno de los grandes fracasos de la izquierda del siglo XX fue no entender que hay una fuerza en cada persona, distinta y necesaria.
Culturalmente hemos sobredimensionado la fuerza de lo común, y hemos muchas veces, de una manera u otra, velada o de manera agresiva, reprimido o intentado reprimir esos impulsos.
Yo considero que debemos tratar de hacer coincidir esos impulsos individuales con la fuerza de lo común. Y estamos en un buen momento para ello, porque si esta pandemia nos enseñó algo es que es a través de lo común que podemos salir adelante, no a través de lo individual. Los países y las personas que se encerraron y no usaron la cooperación para poder sobrevivir a esta pandemia, fracasaron. En cambio, los países y las personas que pusieron la solidaridad y la cooperación como elemento central de sus acciones, salieron adelante.
En mi opinión, la izquierda tiene que ser profundamente democrática y compromisaria de los derechos humanos. Primero hay que ser de izquierda, sí, pero hay que ser democrático. La democracia tiene muchos retos, pero hasta ahora es la forma más idónea de dirimir los conflictos y diferencias normales en toda sociedad.
La izquierda gana presidencias en casi toda Latinoamérica. ¿Te identificas con alguno de los modelos que han surgido?
José Carlos Mariátegui, un político y filósofo peruano, en los años 20 del siglo pasado planteaba en su libro Siete ensayos de la realidad peruana, que la izquierda en América Latina tenía que ser «ni calco, ni coma, sino creación heroica de su propia gente», en un momento en que toda la innovación en la izquierda se daba en Europa, y en nuestros países los partidos empezaban a ser seguidores de los distintos modelos europeos. Hoy el lugar de innovación de la izquierda es América Latina, y eso a mi me llena de orgullo, como latinoamericano que soy.
Yo creo que la izquierda dominicana tiene que ser lo que se necesita para este pueblo, que tiene que ver con la democracia, con recuperar el sentido patriótico.
No me gusta hacer comparaciones. Me parece que hay cosas que puedo compartir de cada uno de esos procesos, pero hay otras cosas que no las comparto.
Con el proceso chileno, que lo estoy conociendo de cerca, estuve invitado a la toma de posesión del presidente Gabriel Boric, junto a otros compañeros y compañeras del partido, comparto muchas inquietudes, muchos anhelos de transformación, muchas formas de ver la política, pero otras no las comparto.
Asimismo te puedo decir que comparto muchísimas cosas con los compañeros que están hoy impulsando en Colombia una fuerza de transformación sumamente interesante, que yo digo que hay que estudiar todo lo que está pasando en esa nación con Gustavo Petro y Colombia Humana