
En el 2000 Leonel no puede reelegirse; Danilo vence a Jaime David
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El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ganó las elecciones presidenciales de 1996 y el doctor Leonel Fernández se convirtió en Presidente de la República. Ese primer gobierno del doctor Fernández logró iniciar la transformación del Estado dominicano, sentó las bases de la modernización de la economía y del inicio del progreso, por lo que fue valorado de manera muy positiva por la población. Sin embargo, el PLD seguía siendo un partido con una estructura orgánica mucho más limitada que el poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD), principal fuerza de oposición.
En mayo de 1998, se produjo un acontecimiento que fue demoledor para las perspectivas de fortalecimiento electoral del PLD. A escasos días de las elecciones congresuales y municipales, muere de cáncer el doctor José Francisco Peña Gómez, líder del PRD y candidato a la alcaldía del Distrito Nacional por ese partido. Ese hecho transformó totalmente esas elecciones y la convirtieron en una especie de homenaje especial Peña Gómez. Eso le permitió al PRD obtener un gran triunfo electoral y derrotar al PLD en casi todas las provincias, a pesar de que ese partido estaba en el poder.
Después de esa derrota, cuando le llegó el momento de elegir su candidato presidencial para las elecciones de mayo del 2000, el PLD se encontró en una gran disyuntiva. El Presidente Fernández tenía una gran popularidad y respaldo, pero en los cambios a la constitución de 1994 se estableció la prohibición de la reelección. Es decir, el PLD tenía un excelente candidato presidencial en Leonel, pero no podía usarlo por la prohibición constitucional. Danilo Medina, que era secretario de la Presidencia y el principal estratega del gobierno, y el propio Leonel, trataron de lograr que se modificara la Constitución y se eliminara la prohibición de la reelección. Hicieron intentos con el Partido Reformista y el doctor Balaguer, buscando que el congreso modificara la constitución, pero eso implicaba tener que «convencer» con dádivas a algunos legisladores del PRD. Como el PLD era la representación de una nueva forma de hacer política, no se atrevieron a comprar legisladores para lograr que Leonel fuera su candidato presidencial. Por ello, al PLD no le quedó otro camino que elegir un nuevo candidato presidencial.
Danilo derrota a Jaime David
Ante esa imposibilidad de proponer al presidente Fernández para la reelección, el PLD convocó su Congreso Elector a finales del 1999 para escoger una nueva figura como candidato presidencial. En ese ese momento el PLD era un partido de solo 12 mil miembros y unos 1,800 organismos. La forma de la votación era por organismos, es decir, se discutía en cada organismo y se sumaban los votos de la decisión de cada uno de ellos. Esta ocasión sería la última vez que el PLD elegiría su candidato presidencial de esa forma.

Como aspirantes presidenciales del PLD para las elecciones del 2000 se lanzaron Danilo Medina, Jaime David Fernández Mirabal y Felucho Jiménez. Los tres eran importantes funcionarios del gobierno peledeísta. Danilo era el influyente Secretario de Estado de la Presidencia, una especie de Primer Ministro, por cuyas manos pasaban las más importantes decisiones del gobierno y quien además conocía a los dirigentes y militantes del PLD en todo el país, y manejaba los nombramientos en el gobierno de esos miembros de la estructura partidaria.
Jaime David era el vicepresidente de la República en ese momento. Había sido escogido por Leonel para esa función porque era un complemento muy importante, ya que era parte importante de la familia Mirabal, símbolo de patriotismo y entrega por la nación. Jaime David es hijo de Dedé Mirabal, la única sobreviviente de las Hermanas Mirabal que enfrentaron el trujillato y fueron vilmente asesinadas en 1960. Felucho Jiménez, el tercer aspirante, era Secretario de Turismo, pero su estatura histórica en el PLD era mucho más alta que la de Danilo y Jaime, pues había sido un hombre de absoluta confianza de Juan Bosch y le había dirigido la campaña al líder del PLD en tres ocasiones. Felucho me expresó que fue aspirante presidencial solo para poder dar algunos discursos sobre la visión de Juan Bosch como mandatario, pero que desde el inicio estaba preparado para retirarse y dejar la decisión entre Danilo y Jaime David.
La campaña del PLD se desarrolló con mucho orden y respeto. Los tres aspirantes se movilizaron por todo el país y eran recibidos por los organismos en cada región que visitaban. Felucho se retiró de la contienda y solo quedaron Danilo y Jaime. La lucha se tornó muy fuerte, pues los seguidores de Jaime se quejaban de que Danilo usaba su influencia como secretario de la Presidencia para hacer que importantes dirigentes del PLD lo apoyaran. Los partidarios de Jaime David acuñaron la expresión de que el PLD debía «poner los oídos en el corazón del pueblo», pues de acuerdo a ellos su candidato tenía mayor respaldo en la población que Danilo.
Pero Danilo y sus seguidores sabían muy bien que la decisión de la candidatura estaba en los organismos partidarios y en los líderes de las bases del PLD. Como Danilo era un extraordinario organizador y además conocía a toda la militancia y dirigencia del PLD, él y sus parciales se concentraron en convencer a esa estructura para ganar la nominación. Y lo lograron. Danilo ganó la candidatura obteniendo el 51.7% de la votación de los organismos, mientras Jaime David obtuvo solo el 39.7% de la votación.

Los partidarios de Jaime David expresaron su protesta y adujeron que Danilo usó los recursos del Estado para vencerlo. Pero esas protestas no tuvieron ningún resultado y Danilo fue proclamado como el candidato presidencial del PLD para las elecciones de mayo del 2000.
Danilo actúa con sentido de la historia
Como candidato presidencial del PLD en el 2000, Danilo desarrolló una impactante campaña electoral con el slogan de «Seguimos tranquilos, con Danilo», como una forma de ligar su candidatura a las grandes transformaciones que se habían alcanzado en el gobierno de Leonel y las cuales debían continuar sin nada que las alterara. Algunos analistas afirman que Leonel no apoyó de manera decidida a Danilo y que prácticamente lo dejó solo lidiando frente a un poderoso PRD que llevaba como candidato a Hipólito Mejía, que se había convertido en un verdadero fenómeno político de popularidad.
Otro elemento que afectó la candidatura de Danilo fue el hecho de que el doctor Balaguer, a pesar de su avanzada edad y sus serias limitaciones de salud, era el candidato del PRSC y eso restaba respaldo al PLD. Hubo un momento donde un grupo de dirigentes le plantearon a Danilo que de acuerdo a las encuestas el doctor Balaguer marcaba más alto que él, y que por lo tanto debía hacerse un acuerdo para apoyar a Balaguer como aspirante presidencial y que Danilo asumiera la vicepresidencia. Para convencer a Danilo, le decían que como Balaguer tenía muchos problemas de salud era casi seguro que, de ganar las elecciones el acuerdo del PLD y el PRSC, Danilo asumiría muy pronto la presidencia. Pero él fue firme en su posición y dijo que era imposible hacer ese acuerdo pues eso significa actuar contrario al sentido de la historia, que no era posible apoyar a Balaguer, pues eso era caminar hacia atrás. Ese hecho muestra la visión y la grandeza del liderazgo de Danilo Medina.
Danilo se mantuvo como el candidato del PLD y Balaguer se mantuvo como el candidato del PRSC. Al contarse lo votos de las elecciones de mayo del 2000, Hipólito Mejía obtuvo el 49.45% de la votación, por lo que le faltaba un 0.15% para poder declararse ganador en primera vuelta. Danilo quedó en segundo lugar con el 25% y Balaguer quedó en tercer lugar con el 24% de la votación. Ante eso, un grupo de dirigentes del PLD fueron donde Balaguer para tratar de convencerlo de que nuevamente apoyara al PLD y forzarán la realización de una segunda vuelta.
Pero Danilo nuevamente actuó con sentido de la historia y decidió convocar una rueda de prensa, donde aceptó la victoria de Hipólito Mejía y dijo que no era necesaria una segunda vuelta. Esa acción de Danilo elevó su dimensión como líder político y es uno de sus grandes aciertos para consolidarse como uno de los más importantes e influyentes líderes de la nación dominicana. Por saber actuar en cada momento de manera correcta, doce años después sería elegido como Presidente de la República.